En Ginevítex, pasamos de la Ginecología (el estudio de la Mujer), a la “Ginecompañía” (la sanación de acompañarnos unas mujeres a otras). 

Las mujeres, solo por el hecho de juntarnos, segregamos hormonas de bienestar y antiestrés, como oxitocina, endorfinas, etc.

La cultura patriarcal nos ha inculcado que hay competitividad entre las mujeres, pero no nos han enseñado que podemos sentirnos nutridas como hermanas.

LA GINECOLOGÍA: UNA MEDICINA QUE NO NOS COMPRENDE

“Gine” significa MUJER en griego, aunque lo relacionamos siempre con la ginecología y, en general, resulta malsonante.

La ginecología tiene una mirada externa, parcial y patriarcal de la sintomatología de la salud sexual femenina. Es una “medicina” basada en síntomas y análisis químicos.

La ginecología no nos escucha, nos cuida ni acompaña como mujeres. No nos comprende, respeta ni ayuda a sanar….

Así lo sentimos.

Demasiadas hormonas químicas, antiinflamatorios y antidepresivos. Demasiadas revisiones frías y dolorosas, maltrato obstétrico, represión de la lactancia y de la sexualidad femenina. Demasiada cosificación del cuerpo de la mujer, medicalización de procesos naturales…

En Ginevítex, entendemos la salud como un estado global de bienestar, creatividad y autenticidad. La salud del planeta y la de nuestros cuerpos es una sola. La Ginecología Natural empieza por el “autoCOÑOcimiento”.

GINECOMPAÑÍA Y SORORIDAD

Fue una idea que se le ocurrió a Ana Vítex.

Ginecompañía es cuando, entre mujeres, nos sentimos protegidas, cuidadas, escuchadas, acompañadas y aconsejadas en un espacio protegido.

Nos sirve para sentirnos comprendidas y ver que hay muchos factores que nos unen, más que los que nos separan.

Sentir que podemos confíar, nos sirve para conocernos más y tener vínculos estables más allá de la pareja y los hijos.

La Ginecompañía sirve para romper el mito del amor romántico y entender que somos cíclicas durante las diferentes etapas vitales y del ciclo.

Es una forma de unir frecuencias, de unir sabidurías, de crecer y, sobre todo, de aceptarnos y empoderarnos, reconectar con nuestra intuición y dejar aflorar cosas internas que a veces no tienen dónde compartirse.

Queremos generar más placer, sentir más confianza, sentir más optimismo, y así poder sentirnos más plenas.

“Siento profundamente la GINECOMPAÑÍA, el hecho de estar conectadas con nuestros cuerpos y con otras mujeres en sororidad. Mediante Círculos y Redes de Apoyo, es suficiente para que aflore una gran y verdadera Medicina para nosotras, la PAZ con los hombres que nos rodean y nuestro entorno.

He reconocido estas carencias en mi propia infancia y en mí como madre en etapa de crianza. Aunque mis partos fueron en casa y a mi manera, con mi pareja, la nostalgia siempre me acompañaba. Me sentía sola en el fondo, me faltaba el apoyo de la Red de Mujeres Sabias, consciente y acogedora.

Entiendo que lo que ha sido bueno para mí, la Vítex, los grupos de crianza o los círculos, puede ser bueno para las demás.

Por ello, promuevo Encuentros y Círculos de Mujeres. Así, recordamos juntas que las mujeres somos capaces de cualquier cosa si confiamos en nosotras y en las demás. Formamos parte del tejido que sostiene la Vida y así lo celebramos.

En los CÍRCULOS DE MUJERES cocreamos un espacio sagrado para reencontrarnos con nosotras mismas y nuestras hermanas. Una matriz para renacer infinitamente con cada ciclo, fuera del tiempo y el espacio.

Compartimos sorpresas, deseos, sincronías, descubrimientos, experiencias, retos, risas, llantos y cantos sanadores de nuestra esencia femenina. Nos relajamos por fin y dejamos de sentirnos extrañas y solas…”

– Ana Vítex – 

Gracias por cuidarte

DIRECTORIO DE PROFESIONALES DE LA SALUD INTEGRATIVA Y  DIFERENCIAL

En Ginevítex, llevamos años acompañando cada día a mujeres a través de la atención personalizada gratuita que ofrecemos, y siempre echamos en falta la atención de profesionales especializados en la mujer.

Estar en la consulta médica es uno de los momentos en los que las mujeres somos más vulnerables. Ya es hora de aplicar una mirada amplia, un enfoque integrativo para entender qué nos ocurre y cómo podemos abordarlo.

Las mujeres queremos mejorar nuestra situación, sentirnos empoderadas y responsables de nuestra salud y bienestar.

Como dice la Dra. Juani Lafaja “una mujer sana se come el mundo”. No queremos más parches ni resignaciones, no más castraciones químicas para seguir callando, no queremos sentirnos débiles, ni enfermas, culpables o defectuosas.

Existe un sesgo de género considerable en el área sanitaria, donde nuestros cuerpos, sexualidad y ciclos vitales se suelen enfocar como enfermedades y se normaliza que ser mujer duela.

Queremos poder elegir libremente qué tratamiento es más adecuado para nosotras en cada momento, sabiendo los efectos reales de cada uno.