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AFIRMACIONES PARA EL AUTOAMOR EN GINECOMPAÑÍA

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AFIRMACIONES PARA EL AUTOAMOR EN GINECOMPAÑÍA

El amor propio no es un destino, es un camino. Un proceso en el que, día a día, nos elegimos a nosotras mismas con consciencia y compasión. 

A menudo, el mundo nos ha hecho creer que el amor es para darlo y recibirlo de afuera, que debemos ganarlo o merecerlo según ciertos estándares impuestos. Pero la verdad es que el amor surge de nuestro interior, y la relación más importante y primordial de nuestra vida es la que cultivamos con nosotras mismas.  

Para nosotras, el autoamor es revolucionario, porque aunque repara en lo individual,  trasciende a lo colectivo, es una eficiente vía de transformación personal y social. Porque cuando una mujer se ama, se respeta y se cuida, sana sus heridas, inspira a otras a hacer lo mismo, crea nuevos modelos de cultura y juntas, en Ginecompañía, nos liberamos de los espejismos del patriarcado. No estamos solas, nos acompañamos en este proceso, creando una red de mujeres libres y soberanas, capaces de vivir en equilibrio y bienestar.  

Aquí te compartimos 10 afirmaciones que puedes usar cada día para fortalecer el autoamor y hacer de este viaje un camino de crecimiento y empoderamiento.

1. Me atrevo a ser libre y a materializar mis sueños, porque soy la protagonista de mi historia. 

Cada día es una nueva oportunidad para escribir nuestra historia. Tenemos el poder de decidir qué camino tomar, qué proyectos construir y qué deseos honrar. La libertad no es solo externa, es una actitud interna de permitirnos ser nosotras mismas sin miedo ni culpa. 

2. Decido, de forma integral, consciente y responsable, sobre mi salud y bienestar.  

Nuestro cuerpo es nuestro hogar y nuestra salud está en nuestras manos. A lo largo de la historia, muchas decisiones sobre nuestros cuerpos han sido tomadas por otros. Hoy, reivindicamos el derecho a informarnos, decidir y cuidar nuestra salud desde la soberanía.  

3. Cultivo autenticidad, coherencia y autocuidado entre pensamientos, emociones, palabras y hechos. 

El bienestar surge cuando alineamos lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Ser auténticas es honrarnos a nosotras mismas y permitirnos vivir en armonía con lo que realmente somos.  

4. Agradezco las heridas y errores en mi camino, porque alientan mi maestría.  

Cada experiencia, incluso las más difíciles, nos dejan una enseñanza. No somos nuestras heridas, pero sí somos lo que aprendemos de ellas. Abrazarlas con gratitud nos permite seguir adelante con más fuerza y sabiduría.  

5. Confío en mi intuición y apuesto por la verdad que guía mi corazón. 

La intuición es un regalo innato que todas las mujeres poseemos. Es esa voz interna que nos guía con certeza, que nos alerta cuando algo no está bien y nos orienta cuando debemos decidir. Escucharla y confiar en ella es un acto de amor propio y empoderamiento.  

6. Merezco sentir el amor infinito que hay en mí para mí, porque soy el amor de mi vida y la relación más importante es conmigo misma. 

Nos enseñaron a buscar el amor fuera, a necesitar la validación de otros para sentirnos valiosas. Pero el amor más profundo y verdadero es el que nos damos a nosotras mismas. Cuando nos tratamos con amor, todo a nuestro alrededor cambia.  

7. Cuido mi cuerpo como un templo sagrado, espacio único y maravilloso en el que habito. 

Nuestro cuerpo no es una moda ni un estándar. Es un espacio sagrado que nos permite sentir, experimentar y crear. Cuidarlo con respeto, alimentarlo bien, moverlo con amor y descansar lo suficiente son actos de devoción hacia nosotras mismas.  

8. Atiendo con compasión mis necesidades, ritmos y cualidades que se despliegan en los ciclos.  

Vivimos en una sociedad que nos ha hecho creer que siempre debemos ser productivas, lineales, iguales cada día. Pero las mujeres somos cíclicas, y honrar nuestros ritmos nos permite vivir con más armonía y salud.  

9. Disfruto de mi energía sexual y vital en equilibrio, fuente de amor, poder, placer, conexión y creación.  

La sexualidad femenina ha sido silenciada, reprimida y distorsionada. Pero cuando nos reconectamos con nuestra energía sexual desde el amor y la consciencia, nos damos cuenta de que es una fuente inmensa de poder, placer y creatividad.  

10. Honro a la Madre Naturaleza, a la Diosa en mí y a todas las mujeres en las que me reflejo.  

Somos parte de un todo, estamos conectadas con la Tierra, con la Luna y con todas las mujeres que nos rodean. Honrar esta conexión nos permite recuperar la sabiduría ancestral y sentirnos acompañadas en nuestro camino. 

Estos solo son unos ejemplos, porque lo más importante es que las hagas tuyas, o que escribas tus propias afirmaciones, para que te ayuden cada día a recordarte quién eres. Debajo de las capas más profundas y genuinas que no han sido corrompidas desde la cultura, la educación y la domesticación, estás tú en esencia. 

Te invitamos a tomarte un tiempo para ti, escribir tus afirmaciones, incluso aunque no te las creas mucho, porque son lo opuesto a lo que sueles pensar. Juega a ver qué pasa y prueba a exponerlas a la vista donde puedas leerlas a diario, puedes incluso firmar y pactar un compromiso de amor contigo misma. Al fin y al cabo, eres la responsable del cuidado de la vida que te ha sido otorgada.

Elige afirmaciones que te ayuden a reeducar la mente, a generar los pensamientos positivos que te convienen y te hacen bien, porque cada pensamiento crea al menos una emoción. 

La buena noticia es que podemos aprender una forma sana y amorosa de pensar, de relacionarnos y de habitarnos, por lo tanto, podemos ser dueñas de nuestro bienestar mental y emocional. De esta forma, puedes minimizar los pensamientos que te coartan, limitan, dañan y boicotean. Puedes vincular tu psique con tu amor y verdad interior, y desde ahí, ocupar tu verdadero lugar en el mundo.

El amor propio no es un capricho ni un lujo, es una necesidad primordial para ser tú misma y para ser feliz, para poder cuidar con plenitud tu salud en cuerpo y mente. ¡Y es normal que te cueste! Nos pasa a todas. 

¿Sabes que estamos cambiando un paradigma que lleva instalado miles de años? Por eso es tan importante tener paciencia y tesón, valorarte y rodearte de mujeres valientes que quieren ser libres y soberanas, como tú.

El autoamor es una actitud de resistencia a un mundo que nos ha enseñado a ponernos en segundo plano. Cuando nos elegimos a nosotras mismas, estamos desafiando las narrativas que quieren que seamos niñas buenas: obedientes, calladas y dependientes.  

Cuando una mujer se permite brillar, cambia ella y su entorno y, además, inspira a otras a hacer lo mismo. Si compartimos nuestras historias, creamos redes de apoyo. Y cuando nos acompañamos en este camino, el amor propio crece para convertirse en una fuerza todavía más poderosa y transformadora.  

Creemos en el poder del autocuidado en Ginecompañía, en la importancia de darnos escucha y apoyo para florecer, y en la recuperación de los vínculos ancestrales entre mujeres. En este camino nos tenemos las unas a las otras, y si esta revolución la lideramos nosotras, lo hacemos a nuestra manera, ¡desde el amor, la belleza y el gozo! 


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