En Ginevítex celebramos cada año en febrero: “el mes del autoamor”. Desmontamos el mito del amor romántico para celebrar nuestro amor propio.
Es importante ponernos en el primer lugar de nuestra lista de prioridades, atender nuestras necesidades, dedicarnos cada día atención, gestos, palabras y pensamientos cariñosos hacia nosotras y nuestro cuerpo. Escuchar nuestras intuiciones. Nadie sabe más sobre nosotras mismas que nosotras. Somos únicas e irrepetibles.
Recuperar el equilibrio hormonal de base, pasa por reducir las hormonas del estrés, cortisol y adrenalina, y aumentar las hormonas del bienestar.
Aceptemos, amemos y cuidemos nuestro cuerpo. Él nos responderá dándonos salud, energía y placer.
Autocuidado con amor y placer en el día a día para tu salud en cuerpo & mente
Lo más importante en el autocuidado no es el “qué hacemos”, sino “cómo lo hacemos”, desde dónde… Es cuestión de regar con amor hacia nosotras mismas cada pensamiento, cada acto y cada palabra.
Esto no significa reprimir las emociones, es acoger lo que sucede y mantener un centro desde la compasión, un pacto con una misma de complicidad, de dignidad y soberanía interna.
Y como todo en esta vida, se practica y se aprende. En Ginecompañia nos recordamos que todo está bien y que somos perfectas y lunáticas.
A continuación, dejamos algunas ideas para “autoamarnos” en nuestro día a día:
- Desperezarse, estirar, acariciar, gemir, ronronear y bostezar. Experimentemos sentir nuestro cuerpo, nuestro vehículo, nuestro templo, y despertémoslo con cariño.
- Agradezcamos estar vivas. Elegir con amor nuestros pensamientos y recordar que es un regalo estar viva y las oportunidades que nos rodean. (Liberamos serotonina).
- Posar una mano sobre nuestro vientre a la altura del útero y la otra sobre el corazón. Sentir el flujo de la energía vital, sexual y creativa conectada al amor dentro de nosotras. Inundar con ella nuestro cuerpo y nuestro ser. Y en ese abrazo, sentir: “Todo está bien, confío en mí, confío en la vida. Todo es posible”. (Liberamos endorfinas).
- Presionar con nuestros dedos el “hara” o centro vital, justo donde se sitúa el cérvix o cuello del útero. Activa nuestra energía conectada a la fuente de Vida. Puede activarse alguna emoción y también el deseo sexual.
- Abrirnos al deseo sexual para colmarnos de energía. Sin expectativas, sin el objetivo del orgasmo, centrarnos en el autoplacer y el autoamor y, si llega, entregarnos al gozo. Respirar profundo y disfrutar las oleadas que, conectadas al corazón, nos llenan de amor… ¡Qué maravilla! (Liberamos oxitocina).
- Si ha salido el sol y podemos, mirarlo directamente cuanto antes. (Liberamos dopamina).
- Ducha de amor, sentir nuestra piel con placer y mimo. El agua nos renueva y bendice física, energética y emocionalmente.
- La belleza es un estado, sonriamos al mirarnos a los ojos en el espejo. Somos únicas, hijas y creadoras de la Vida.
- Tomar Ginevítex con intención sanadora para nosotras y ¡brindar por la salud de las mujeres! Además de equilibrar nuestras hormonas, nos ayuda a conectar con nuestro poder, nuestra intuición y la sexualidad sagrada, gracias a su fórmula única. (Liberamos endorfinas, progesterona y dopamina).
- Desayuno rico, saludable y nutritivo. Cereales integrales, proteínas, batidos verdes, antioxidantes, grasas saludables, etc.
- Disfrutar y sentir nuestro cuerpo en la mínima ocasión: caminar, subir escaleras, bailar… Mover la cadera, el sacro, relajar la mandíbula y el cuello… En cualquier momento, una y otra vez, respirar y ¡volver al cuerpo!
- Disfrutar de tomar el sol directamente, la fuente vital primigenia. 15 min sin protección solar y en la mayor parte posible del cuerpo, porque la vitamina D es una hormona indispensable que se metaboliza en la piel.
- Bendecir y agradecer la comida. Respirar y comer despacio. Alimentos de colores y texturas diferentes presentados con belleza. ¡Omega 3 y probióticos que no falten!
- Atendamos nuestras necesidades en cada momento: de afecto, de silencio, de descanso, de expresión, de sed o de vaciado de esfínteres… ¡Somos la prioridad absoluta!
- Cenar temprano (el brócoli y el miso son grandes aliados hormonales).
- Descanso digestivo de 12 horas entre cena y desayuno, para facilitar la desintoxicación y regeneración del organismo.
- Masaje con aceite sensual en los pechos. Cada mano sostiene un seno, y damos 9 giros de dentro a fuera y viceversa, para mantenerlos firmes y el corazón abierto. Son nuestro polo sexual positivo conectado al corazón.
- Respirar profundamente llenando vientre y pecho. Agradecer las experiencias vividas, perdonarnos y perdonar lo que nos ha frustrado en el día.
- Y LO MÁS IMPORTANTE: no hagamos caso de lo que pone en este artículo, es solo un ejemplo. Diseñemos nuestros propios hábitos de autocuidado, sigamos nuestra intuición, nuestra experiencia, escuchando nuestra verdad interior y sabiduría.
Meditar es una actitud que podemos expandir en nuestro cotidiano. Mantener la consciencia, la presencia y la atención en el aquí y el ahora, habitando, con cariño, nuestro cuerpo-templo.
Somos las que nos damos cuenta, no como un juicio, sino como una guía. Somos las que percibimos las sensaciones, emociones y pensamientos, somos las que observamos en paz el milagro de la Vida que se manifiesta a través de nosotras.
Te deseamos que seas ante todo tú misma, auténtica, libre y, también, feliz.