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LAS HORMONAS Y LAS EMOCIONES

ÍNDICE DEL CONTENIDO

las hormonas y las emociones Ginevitex

Vamos a hablar de las emociones a lo largo del ciclo menstrual, y no solo en el ciclo, sino también en la perimenopausia, cómo nos afectan todos los cambios hormonales y las emociones, y veremos cómo podemos gestionarlo.

Arantxa Moncalean es psicóloga experta en inteligencia emocional, formada en PNL, hipnosis clínica regresiva, reparación de fobias y traumas y acompañante en biodescodificación biológica.

Puedes ver la entrevista completa en el siguiente vídeo:

LA CAPACIDAD EMOCIONAL DE LA MUJER

Las mujeres tenemos la capacidad de tener emociones mucho más intensas que los hombres,incluso más variadas, ya que tenemos los dos hemisferios más interconectados, y esto nos hace más complejas.

Estadísticamente y científicamente, está comprobado que las mujeres tienen más interconexiones interhemisféricas, lo que hace que la variabilidad, la tonalidad y la sensibilidad estén más agravadas.

Esto tiene su porqué en la biología. Si pensamos en “las cavernas”, las mujeres tenemos desarrolladas unas capacidades para poder procrear, que no es que sea nuestra única misión en la vida, pero sí estamos diseñadas biológicamente para ello.

Entonces, para poder realizar las tareas de crianza y cuidado, la mujer necesita tener más conexión con las crías, porque de ello depende la supervivencia de ésta. Es un instinto muy arraigado en la mujer.

SALUD FEMENINA Y EMOCIONES

Es muy importante tener claro que el 75-80% de las mujeres en edad de procrear experimentan algunos síntomas premenstruales, tanto síntomas físicos como psicológicos.

Los síntomas emocionales van desde la ansiedad, la depresión, cambios de humor, irritabilidad o el enfado.

Sí que hay una influencia directa dependiendo de la fase del ciclo en la que estemos con nuestro estado de humor. No es cuestión de luchar ni de negarlo, es cuestión de aceptarlo, integrarlo y ver qué podemos hacer con eso.

En la etapa premenstrual suceden cosas, es una etapa de evaluación, donde la progesterona nos da una parte crítica, la hormona de la verdad aflora y ves cosas que no te gustan y te enfadas.

Entonces, no es tanto que estemos defectuosas y que tengamos esos síntomas, sino el contexto, que es negativo, porque no está adecuado.

Y ocurre muchas veces, que el malestar y el desequilibrio hormonal que nos provoca el síndrome premenstrual, está generado por el estrés.

Las hormonas están muy ligadas al sistema nervioso. Las hormonas influyen en el comportamiento, tanto como el comportamiento a las hormonas.

En terapia tengo una herramienta maravillosa:

Si yo sé que hay un periodo de mi ciclo que me va a influir en cierto tipo de hormona, que va a generar una bioquímica que va a hacer que yo tenga un estado emocional y físico, si yo implemento algún tipo de conducta, algún pensamiento que genere otro tipo de impronta, puedo contrarrestar eso, y también lo puedo grabar en mi biología.

Los psicofármacos lo que hacen es generar unos estados artificiales que inhiben ciertos precursores hormonales en nuestro cerebro.

Las funciones cognitivas se adecuan al fármaco. Es como si le pones los ruedines a la bici y no se los quitas nunca. Por eso el problema es el trabajo que cuesta dejarlo, genera adicción y miedo por si vuelven los síntomas.

“Cuando hablo del placer para la salud hormonal, la gente no me entiende. Un pensamiento es un regulador hormonal, un pensamiento positivo, sentir placer mientras comes, cómo te tratas… cambia tu sistema hormonal.

No es solo tomar Ginevítex, sino cómo te lo tomas.”

– Ana Vítex –

las hormonas y las emociones

EL IMPACTO DE LOS ANTICONCEPTIVOS

La base de la mayoría de los anticonceptivos son tratamientos de estrógeno y progestina, y lo que hacen es bloquear el pico de hormona luteinizante (LH) para que no se produzca la ovulación.

A nivel comportamiento y emoción también polariza a la mujer, la vuelve mucho más masculina, más irritable y con menos apetencia sexual.

Hablando de nuevo del ciclo, tenemos el periodo premenstrual, donde estamos más vulnerables y más irritables. Pero luego tenemos la otra parte, donde somos fértiles, en el que hay un instinto biológico donde hay un estado de ánimo óptimo para que estemos más seductoras, de buen humor, más risueñas…

Esta etapa es la Venus que llevamos dentro, la diosa que hace que atraigamos la energía masculina compensada, porque muchas veces nosotras, inconscientemente, estamos en una energía muy masculina, descompensada con actitudes masculinas, y demandamos de nuestras parejas el complemento.

Pero es que no somos conscientes de que no dejamos el espacio, porque para compensar, deberíamos tener la energía femenina.

Dos energías masculinas acaban chocando, y es cuando se producen muchas desavenencias en la pareja. El hombre necesita sentir que hay esa conexión sexual, y si la mujer, inconscientemente, tiene ese bloqueo biológico, no hay el impulso necesario y se genera una distancia emocional y en la pareja.

Si lo vemos desde un punto más energético, nuestro centro sexual, que es el segundo chakra, está muy conectado con la creatividad. Entonces, si cuando estás compartiendo con tu pareja hay una energía pura, conectada, amorosa, luminosa… Esto hace que una mujer, a nivel energético, florezca. Y eso es super potente.

Debemos ser conscientes de que los anticonceptivos generan cambios en nuestra personalidad, en nuestra emocionalidad y en nuestro comportamiento, porque esperamos de nosotras mismas un comportamiento y no nos sale. Es una desconexión de nosotras mismas.

Esto genera una distancia entre el “yo ideal” y el “yo real”, y esa distancia es biológica. Tenemos que ser conscientes de que los anticonceptivos generan cambios de pensamiento, emocionales, de hábitos, hay menos intuición…

Los anticonceptivos, de alguna manera, generan mujeres sumisas, porque la parte crítica de la etapa premenstrual no está, y la menstruación tampoco.

Durante la menstruación, que nos parece un momento de bajón, es cuando somos más nosotras mismas, en este momento es cuando podemos conectar con nuestra parte más profunda, más auténtica.

Cuando tomamos hormona artificial estamos generando cambios neuroanatómicos. Hay que tomar conciencia de que genera un impacto muy grande y que podemos cambiarlo.

Para generar este cambio a nivel hormonal, si detectamos que estamos teniendo un desbalance de lo masculino y lo femenino, hay que ver el origen de esto, y eso hay que tratarlo a nivel psicológico, a nivel consciente y a nivel energético.

hormonas emociones y salud femenina

REPROGRAMACIÓN DE LAS EMOCIONES

Hay muchos temas relacionados con la sexualidad, con el útero, memorias de abusos, de violación, de abortos… que no se han sanado. Son dolores que se manifiestan en lo físico, pero son de la parte emocional, y eso se puede reprogramar.

Pero esto no se consigue en un día, hace falta un trabajo de reprogramación, de creencias, de hablarnos amorosamente.

Hay una gran fuerza, cuando una mujer aprende a gestionar su energía, sus pensamientos, sus emociones, y es capaz de observar cómo influye eso en su biología, tiene el poder de cambiarla.

El calendario menstrual como herramienta

Además de la ayuda de plantas, como Ginevítex®, cuidar la alimentación, armonizar con la vida, prescindir de fármacos que influyen hormonalmente y empezar a trabajar nuestra mente y la consciencia, así como a gestionar nuestras emociones, descubriremos que esos ciclos los podemos observar y gestionar desde otro punto.

Pero eso requiere un entrenamiento, ya que nuestra biología tiende a ir al circuito primigenio. O, si por ejemplo, hemos tomado mucho tiempo hormona sintética, tendemos a tener una determinada conducta o respuesta que hay que re-entrenar en nosotras.

El calendario menstrual es una herramienta fundamental porque es autoconocimiento, saber de forma específica qué realidad vivimos.

Conocer toda esta información puede ser la clave para trabajar en nuestra sanación.

LOS ORGASMOS Y LAS EMOCIONES

Desde mi visión personal, hay una búsqueda patológica del orgasmo. Se ha marcado que es el fin de la sexualidad, y no lo es.

Puedes tener sexualidad sin llegar al orgasmo. Lo que ocurre, es que ha habido una inhibición tan grande de nuestras antepasadas, que han estado sometidas a la eyaculación del hombre. Cuando el hombre eyaculaba se acababa todo, y daba igual si la mujer disfrutaba o no.

Las mujeres, a diferencia de los hombres, tenemos muchas variables que nos afectan a la hora de tener un orgasmo, ya que no nos sentimos igual según el momento del ciclo, entonces, depende de cuando tengamos las relaciones, estamos más abiertas al orgasmo o no. Pero esto no quiere decir que no se disfrute.

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