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EL ESTRÓGENO: LA HORMONA DE LA ACCIÓN
ÍNDICE DEL CONTENIDO
Las hormonas son sustancias químicas mensajeras que comunican sistemas como el endocrino, el nervioso y el inmune. Esto significa que los cambios cíclicos hormonales afectan a nuestras emociones, estados de ánimo, sexualidad, defensas inmunológicas, etc. Los cambios del ciclo menstrual afectan de forma transversal a todo el organismo.
El ciclo menstrual es una danza dirigida por la hipófisis, una glándula neuroendocrina situada en el cerebro encargada de secretar la hormona folículo estimulante (FSH) para la producción de estrógenos, y la hormona luteinizante (LH) para la producción de progesterona, la cual indica a los ovarios cuándo deben segregar más estrógeno o progesterona.
Cada una de ellas debe saber cuándo actuar y cuándo retirarse, si no la coreografía no sale bien y se produce el famoso desequilibrio hormonal, causante de la mayoría de problemas ginecológicos de la mujer: dolor menstrual, problemas de fertilidad, síndrome premenstrual, SOP, endometriosis…
Los estrógenos estimulan y tonifican el sistema nervioso con efecto antidepresivo, mientras que la progesterona natural tiene un efecto armonizador al estimular la sedación y el sueño y colabora en la eliminación del exceso de líquidos, de irritabilidad y la tensión nerviosa. Es proliferativa, más inflamatoria y también resulta más oxidante para el organismo.
El estrógeno biológicamente cumple la función de asegurar la reproducción. Se encarga, junto con la FSH de entregar un óvulo listo para ser fecundado.
De las hormonas sexuales femeninas es la que tiene una cualidad más masculina, expansiva, de acción. Su cualidad principal es alcanzar objetivos.
Estas cualidades nos aportan mayor optimismo, claridad y energía para agradar a los demás, porque la función sexual es atraer a un fecundador del óvulo.
Este dato es importante porque afecta a nuestra actitud. Muchas mujeres identifican esta etapa preovulatoria como la etapa en la que se sienten bien y también es la forma en la que somos más aceptadas por la sociedad.
Pero cuidado, porque esto es un estado inducido por la hormona, no es nuestra auténtica verdad y estado natural. De algún modo el equilibrio hormonal nos debería mantener una estabilidad interna en la que no hubiera tanto altibajo a lo largo del mes.
Es interesante observar cómo un mismo hecho puede parecernos bien en la etapa preovulatoria y un horror en la premenstrual.
En la etapa preovulatoria, donde reina el estrógeno, solemos ser más tolerantes, permisivas y podemos priorizar las necesidades de las demás personas.
Esto sin duda es un desgaste para el organismo y puede suponer un desbalance que habrá que compensar en las siguientes etapas del ciclo: ovulatoria y premenstrual.
“La cultura se encarna.
Nunca mejor dicho, la cultura nos modifica y adapta ¡hasta en las hormonas!
Resulta curioso observar que justamente una cultura patriarcal que reprime la energía y las cualidades femeninas se manifieste en el ciclo hormonal. El exceso de estrógeno inhibe/reprime el desarrollo de la progesterona, hormona de introspección, intuición y protección.
Se nos quiere al servicio de los demás, resolutivas y poco críticas, cualidades de la etapa preovulatoria donde reina el estrógeno. Cuando vemos la realidad de frente en la etapa premenstrual, con la progesterona aflorando nuestra verdad interna, no siempre caemos tan bien a según quien ahí afuera.
Es muy importante escucharnos a través del viaje del ciclo menstrual y ver qué necesidades no están cubiertas y así hacernos cargo de nuestra salud, bienestar y felicidad, ya sea con autocuidados o poniendo límites.
Te recomiendo descargarte el diagrama menstrual que te facilita registrar mes a mes tus estados y cambios cíclicos.
¡Nos amo cíclicas!”
– Ana Vítex –
QUÉ SON LOS ESTRÓGENOS Y CÓMO SE FORMAN
Para que haya menstruación deben existir estrógenos en niveles adecuados para producir el crecimiento del endometrio hasta llegar a la ovulación. Tras la ovulación los niveles de estrógenos deben bajar para que la progesterona pueda evolucionar de forma adecuada.
Además de afectar a la menstruación, el estrógeno participa en otras funciones del cuerpo, como el desarrollo óseo o la salud cardíaca y vascular, entre otros.
Recordemos que los cambios hormonales del ciclo menstrual afectan al sistema nervioso, y por lo tanto, a las emociones, al metabolismo y al sistema inmunitario. Con el ciclo cambia todo el organismo.
Todo cicla con el ciclo.
El estrógeno además afecta la forma en que nos vemos. Afecta en dónde retenemos la grasa corporal e incluso en el aspecto de la piel y el cabello.
El colesterol es el precursor común de todas las hormonas sexuales femeninas, por lo que es imprescindible la ingesta de cantidades de grasas saludables para la producción de estrógeno.
El estrógeno necesita de una proteína para funcionar correctamente, llamada globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG), la cual lleva al estrógeno hacia donde tiene que ir.
EL EXCESO DE ESTRÓGENOS
Entendamos que el estrógeno es necesario y en general escasea su producción.
Es importante reconocer que el organismo ante el estrés debe priorizar y dedicar la energía disponible a lo más prioritario, y la reproducción no es una prioridad, así que es lógico que en general esté mermada la producción de hormonas sexuales femeninas, tanto estrógeno como progesterona.
Los problemas de fertilidad cada vez son más comunes porque no se dan los picos de hormonas necesarios para una buena ovulación y una buena anidación.
El problema real del exceso de estrógenos no es el exceso en sí, sino su falta de eliminación del organismo. Esto se conoce como “estrógeno circulante”.
Actualmente, todas las personas, animales y ecosistemas estamos ante una invasión de moléculas que imitan a los estrógenos y el organismo no las distingue como algo artificial. La ganadería industrial abusa de hormonas para el crecimiento acelerado, que después ingerimos. La acuicultura usa piensos no sólo con antibióticos sino con hormonas similares al estrógeno.
La píldora y todos los anticonceptivos hormonales, un gran negocio exclusivo para el cuerpo femenino en cada vez más modalidades: parches, inyecciones, aros, pastillas, implantes, etc.
¿Sabías que crearon un anticonceptivo hormonal masculino y no salió al mercado porque afectaba a la líbido masculina? Parece que si afecta a la líbido femenina no es tan relevante, además de los efectos nocivos para la salud física y emocional.
El mayor alterador hormonal es la píldora.
También hay una super hormonación estrogénica en la fertilidad asistida, en la donación de óvulos, en la crionización de óvulos y en los tratamientos de terapia hormonal sustitutiva para la menopausia. Todo esto es muy perjudicial para la salud de todas las personas porque van a contaminar los acuíferos.
Todas las hormonas sintéticas se acumulan en el cuerpo como estrógenos, sobre todo en el tejido graso. Incluso cuando son progestágenos que imitan la progesterona, porque es artificial.
OTROS SÍNTOMAS DEL EXCESO DE ESTRÓGENO
Tras la ovulación, cuando los niveles de estrógenos bajan, se incrementan los niveles de varias hormonas implicadas en el metabolismo del agua corporal y se retiene líquido. Esta retención debería ser imperceptible, pero cuando hay un exceso de estrógenos, esta retención de líquidos puede ser intensa aumentando hasta 2 o 3 kg de peso antes de la menstruación.
Tras la ovulación también se pueden tener cambios en el estado de ánimo y en el humor debido al exceso de estrógenos, ya que se produce el incremento de varios neurotransmisores cerebrales (adrenalina, noradrenalina y beta endorfinas) que en condiciones normales no deberían dar síntomas significativos.
Los cambios hormonales en el sistema hipotalámico y el efecto de los estrógenos sobre el sistema noradrenérgico, dopaminérgico y receptores de serotonina, y el de la progesterona natural sobre los receptores GABA, han demostrado que los cambios de humor y estado de ánimo durante el ciclo menstrual tienen una base neuroendocrina.
Hasta ahora muchas de las variaciones del humor se atribuían al rechazo de la mujer hacia su menstruación o porque las mujeres somos “histéricas”. No había estudios sobre esto, lo que ha hecho más difícil relacionar los síntomas debidos a alteraciones hormonales.
Aún hoy a las mujeres nos cuesta explicar nuestros síntomas relacionados con el ciclo menstrual a nuestros médicos, ya que siguen sin tenerse en cuenta en la mayoría de los casos.
El hecho de no eliminar bien el exceso de estrógenos condiciona que se tenga más facilidad a tener problemas de migraña, ansiedad, depresión o incluso algún tipo de fobia.
Niveles altos de estrógenos también puede provocar más tendencia a tener colon irritable y puede llevar a problemas de eccemas o dermatitis.
El exceso de estrógenos provoca estreñimiento. Muchas mujeres que tienen exceso de estrógenos padecen estreñimiento todo el mes, excepto cuando llega la menstruación, cuando los niveles de estrógenos bajan, y de repente van al baño sin problemas.
Las mujeres con exceso de estrógenos tienen también exceso de histamina, lo que produce por ejemplo las alergias, y tomarán un antihistamínico sin saber que el exceso de estrógenos le ha producido esa alergia. Otros síntomas típicos de exceso de histamina son: migrañas, colon irritable o piel atópica. Los estrógenos condicionan la histamina, así que es algo interesante a controlar.
EL HIPERESTROGENISMO
El hiperestrogenismo se produce cuando hay un desequilibrio entre los niveles de estrógenos respecto a los de la progesterona. Este desequilibrio puede ser por niveles altos de estrógeno o niveles bajos de progesterona.
Se produce por:
- Exceso de producción de estrógenos.
- Déficit de eliminación de estrógenos.
- Exceso de disruptores endocrinos.
- Déficit de progesterona
El hiperestrogenismo aumenta el riesgo de diferentes problemas ginecológicos: síndrome premenstrual (SPM), endometriosis, alteraciones en el sangrado de la regla, miomas…
En el caso del hiperestrogenismo por déficit de progesterona, se produce por falta de hormona luteinizante (LH), que es la necesaria para que se dé la ovulación y se empiece a producir la progesterona. Sin LH no se produce suficiente progesterona.
La Vitex agnus castus es una planta medicinal que favorece el pico de LH, ayudando por tanto a corregir el hiperestrogenismo por déficit de progesterona.
EXCESO DE ESTRÓGENOS Y ESTRÉS
Niveles más elevados de estrógeno circulante aumentan los niveles de las hormonas del estrés, y esto afecta a la menstruación, a la capacidad cognitiva, al intestino, al sistema cardiovascular y a los huesos.
El exceso de estrógenos es uno de los motivos principales por los que muchas mujeres padecen de ansiedad o depresión.
Si no cuidamos el exceso de estrógenos podríamos acabar medicándonos con psicofármacos, ansiolíticos y/o antidepresivos para la ansiedad y la depresión cuando sólo haría falta reducir los niveles de estrógenos para solucionarlo.
Los estrógenos favorecen la serotonina, que es la hormona de la felicidad, la que nos da un mejor ánimo, nos hace estar de buen humor y nos hace descansar por las noches.
Mejores niveles de estrógenos favorecen a la serotonina.
Las bacterias de nuestro intestino también tienen un papel clave en la fabricación de serotonina. Una menor diversidad bacteriana produce una menor capacidad para fabricar serotonina.
Si cuidamos nuestra microbiota y reducimos los niveles de estrógenos circulantes tendremos una buena salud hormonal.
LA IMPORTANCIA DEL HÍGADO EN LA ELIMINACIÓN DEL ESTRÓGENO
El hígado es el que ayuda a eliminar los estrógenos a través de la orina o las heces.
Es importante tener en cuenta que el hígado y la microbiota intestinal deben estar bien, ya que hay un tipo de bacterias intestinales que favorecen que los estrógenos eliminados se reabsorban en la sangre y vuelvan al hígado.
La alimentación es la que nos va a garantizar que el hígado elimine bien los estrógenos y que la microbiota esté correcta, para que no exista la actividad de las bacterias que reabsorben los estrógenos.
CONSEJOS PARA ELIMINAR LOS ESTRÓGENOS
Hay que minimizar los estrógenos que circulan en sangre, consiguiendo que los receptores de dichos estrógenos no estén muy activos.
- Debes cuidar tus hábitos de vida para no introducir más estrógenos en tu cuerpo. Por ejemplo a través de la dieta o de los tóxicos ambientales o disruptores endocrinos.
- Reducir la actividad de la enzima que fabrica estrógenos: la aromatasa. La aromatasa permite que nosotros fabriquemos estrógenos constantemente, sumando además los estrógenos que provienen de la dieta y de los disruptores endocrinos.
Podremos reducir la aromatasa consumiendo estos alimentos: regaliz, champiñones, lino, sésamo, cacao, pasiflora, canela, té verde, cítricos, frutas del bosque, granada, perejil, apio, espárragos, avellanas, pistachos y piñones.
En cambio, deberíamos evitar o reducir estos alimentos: café, lácteos de vaca y derivados, soja y derivados, alcohol, azúcar y edulcorantes y el trigo.
- Buenos niveles de SHBG, el transportador del estrógeno: las hormonas necesitan un transportador que las lleven a donde deben estar. Niveles bajos de SHBG provocarán problemas de salud hormonal. La SHBG la produce el hígado, por lo tanto, problemas de hígado graso disminuyen su producción.
Valorar cómo se eliminan los estrógenos nos da la información del riesgo de cáncer de mama, por ejemplo.
CLAVES PARA MANTENER UNOS NIVELES ÓPTIMOS DE ESTRÓGENOS
– Mantener activos los transportadores necesarios para que el estrógeno no quede libre. Aquí es importante la vitamina D, no tener sobrepeso y hacer ejercicio físico.
– El buen funcionamiento del hígado: el hígado ayuda a desechar las hormonas que ya no son necesarias, si no hace bien su función estas hormonas no saldrán de nuestro organismo.
– Regular tu desequilibrio hormonal de manera natural con la planta Vitex agnus castus.
La Vitex agnus castus o sauzgatillo es una planta medicinal muy conocida por sus efectos beneficiosos en los trastornos ginecológicos provocados por el desequilibrio hormonal.
La Vítex aumenta en la hipófisis la hormona luteinizante, produciendo la ovulación y la formación del cuerpo lúteo, incrementando la progesterona en la fase lútea.
Esto se traduce en que gracias a la Vitex agnus castus las mujeres recuperan el equilibrio entre estrógenos y progesterona, tratando de forma natural diferentes dolencias como síndrome de ovario poliquístico (SOP), reglas irregulares, síndrome premenstrual, problemas de ovulación que impiden el embarazo, trastornos de la menopausia, etc.
“Los cambios hormonales son buenos y naturales, y en la etapa preovulatoria ¡me quiero comer el mundo!
El problema es cuando cambia el ciclo hormonal y me cuesta ser constante.
La cuestión es, si las hormonas me dominan hasta tal punto que me cuesta mantener constancia en un proyecto o en el autocuidado, y paso de ser complaciente con todos a estar enfadada con todo el mundo, y lo peor, con una misma.
Reconozco que gracias a la Vitex he podido crear Ginevitex®, me ha dado el sostén, la voluntad, la fuerza y el tesón para seguir adelante. Antes tenía ideas que no era capaz de mantener y sostener, tenía unos picos muy altos y muy bajos de ánimo, demasiados. Sólo fui diagnosticada de dismenorrea primaria, y estudiando entendí que padecía Síndrome Premenstrual (SPM), aunque creo que llegó a ser Síndrome disfórico premenstrual (SDPM)”.
– Ana Vítex –
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FUENTES:
https://www.xeviverdaguer.com/es/la-eliminacion-de-los-estrogenos-la-metilacion-de-los-estrogenos/
https://www.xeviverdaguer.com/es/transforma-tu-salud/
https://matriz.net/mys16/16_21.htm
https://www.youtube.com/watch?v=hqt-RZScV2E
