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Contenido del artículo
Si estás en ese momento en el que te preguntas por qué no te quedas embarazada, entonces este artículo es para ti. Aquí encontrarás información y reflexiones que te permitirán ampliar la visión, conocer las causas de los problemas de fertilidad y descubrir qué puedes hacer para cuidar y proteger tu salud reproductiva, y especialmente, para cuidarte a ti misma.
Quizás, algunos de los temas que encontrarás aquí te sorprendan, ya que se trata de un enfoque que, con frecuencia, se suele censurar. Pero nos arriesgamos, a pesar de saber que podemos entrar en conflicto, por el bien común, para que cambien y mejoren las condiciones para nosotras y las siguientes generaciones.
Creemos que es importante que puedas estar informada y que conozcas todas las diferentes opciones y sus efectos, porque ello te ayudará a tomar una decisión consciente. Y, sobre todo, que tengas presente que, ya sea porque sigas un proceso natural, o no, siempre debes cuidar tu salud y tus emociones.
Estamos convencidas de que se puede atender a las personas de otro modo, más cuidadoso y amable. Y en este artículo nos hemos enfocado en demostrarlo.
Antes de empezar, queremos mostrar el enorme respeto que nos produce hablar de los temas que conciernen a la salud y los cuerpos de las mujeres en general, y del tema de la fertilidad en particular. Agradecemos desde aquí a las científicas que siguen investigando y publicando en defensa de nuestros cuerpos, nuestras vidas y el planeta.
Y, ahora sí, vamos allá.
Antes de hablar sobre cómo mejorar la fertilidad, es importante comprender en qué consiste y qué es lo que sucede dentro del cuerpo del hombre y de la mujer.
Desde el punto de vista del cuerpo del hombre, el espermatozoide, la célula más pequeña del cuerpo humano, tiene una meta a la que llegar. De forma cooperativa (y no competitiva) se mueve para alcanzar el contacto con el óvulo.
Los espermatozoides están listos cualquier día del año, mejor cuanta más concentración de ellos y energía dispongan. Si se busca mejorar la fertilidad del hombre, se puede apoyar a que el esperma esté en las mejores condiciones posibles.
Desde el punto de vista del cuerpo de la mujer, el óvulo, la célula más grande del ser humano, se mantiene presente y receptiva.
El óvulo elige a su/s espermatozoide/s según predilección química, energética y/o genética. Se deja permear, abriendo sus membranas a su elegido, y cerrándose al resto. Los óvulos están listos para este encuentro pocos días al año.
Esto puede resultar inspirador: ¿cómo podemos acompañar al óvulo en su maduración, mantener la calidad de nuestra presencia, nuestra capacidad de elección, que permite o no la receptividad, la permeabilidad o la apertura a fecundar?
Los óvulos son en sí mismos unidades de vida. Son nuestras semillas, las células que más reproducen y reflejan nuestras vivencias, estados de ánimo y fuerza vital. Perciben toda la impronta, consciente e inconsciente.
Para que el embarazo ocurra, se deben superar una serie de pruebas:
Más allá de las definiciones biológicas, podemos asociarla a dos conceptos: salud y creatividad.
La fertilidad es signo de salud. En consecuencia, el cuidado, la salud, el equilibrio y el bienestar de las mujeres debería ser la máxima prioridad de cualquier tratamiento de fertilidad.
El principio básico en medicina es “Primum non nocere” que significa, en primer lugar, NO DAÑAR. Dicta que se debe elegir la opción más respetuosa posible para el bienestar y la salud. Esto significa que se debe valorar si el tratamiento resulta más dañino que no hacer nada.
Para poder decidir con libertad hace falta más información, más opciones, más estudios y determinar causas y consecuencias. Poner la ciencia al servicio de la salud verdadera.
En ocasiones, sería cuestión de corregir las causas que originan dichos problemas de fecundidad, tanto físicos como emocionales. Quizás se solucionaría regenerándose en un balneario, con una terapia de pareja, con un retiro de sexualidad consciente, aprendiendo a alimentarse de forma nutritiva y ecológica, a relajarse, a conocerse… Apoyar la fertilidad desde la empatía, el amor, la salud, la información y el respeto.
La fertilidad es la esencia de la creatividad. La reproducción es algo natural y fácil cuando todo confluye, pero nos damos cuenta de su complejidad cuando hay dificultades. Es el fin biológico de la danza sexual, la creación fruto de la energía masculina y femenina, la alquimia del linaje en el desarrollo temporal. Es “ese algo” más que química, la magia que contiene el misterio de la la Vida.
La capacidad de concebir y parir, la fecundidad, está influida por cómo se siente la mujer consigo misma en un plano muy profundo.
Tal como explica la Dra. Christiane Northrup, “muchos factores físicos, emocionales y psíquicos intervienen en la concepción, tantos, que es ridículo tratar de reducir la fertilidad a un asunto de inyectar la hormona correcta en el momento adecuado”.
Cuando una mujer descubre esta capacidad truncada, puede percibirlo como una injusticia, sentirse triste y, en ocasiones, entrar más fácilmente en depresión.
Hoy en día, una de cada seis parejas en edad reproductiva tienen problemas para concebir. Lo cierto es que la reproducción atraviesa una crisis global, con desigualdades y problemáticas diferentes según la clase social y la geografía.
Por un lado, la sociedad apoya el retraso de la edad para buscar el primer embarazo. A cambio, ofrece avances médicos para paliar que, a partir de los 35 años, nuestra fertilidad disminuye significativamente.
Por otro lado, la fertilidad humana está reflejando la fertilidad de la Tierra, ambas dañadas por la cultura del abuso y la desconexión.
Nuestro cuerpo, en especial el sistema reproductivo, no suele recibir los cuidados necesarios. Solo cuando hay alguna alteración en él o se dificulta el embarazo que buscamos, nos damos cuenta de que nuestra salud reproductiva también requiere una atención especial.
La compleja interacción entre los factores psicosociales, psicológicos y emocionales influye de un modo muy profundo en la capacidad de concebir y se puede abordar conscientemente para mejorar el bienestar, el equilibrio y la fertilidad, en todos los sentidos.
Las alteraciones físicas que dificultan la fertilidad son:
Las hormonas son sustancias que funcionan como mensajeras químicas del organismo y rigen las funciones vitales de todo el cuerpo. Su vía de comunicación se lleva a cabo en el corriente sanguíneo. La comunicación hormonal es bilateral, existe un feedback continuo entre las glándulas y la hipófisis (o glándula pituitaria), situada en el cerebro. También hay interacción entre las diferentes glándulas.
Los desequilibrios hormonales tienen diversas causas y formas según la patología y la persona:
Los desequilibrios hormonales derivan en una gran variedad y grado de malestares a nivel físico, mental, emocional, inmune, etc. El desequilibrio hormonal es el resultado de la contaminación ambiental, del estilo de vida (estrés y sedentarismo), la alimentación inadecuada, la cultura con valores patriarcales y machistas y la desconexión con los ritmos vitales y cíclicos naturales.
El estrés agota las glándulas suprarrenales y la energía vital.
Además, si vivimos en modo alerta en el sistema nervioso, afecta al sistema inmune y hormonal, especialmente el reproductivo. Nuestro organismo entiende que no se dan las condiciones ideales para concebir y criar.
Tanto para concebir como para parir, necesitamos oxitocina, no adrenalina. Necesitamos sentirnos protegidas y confiadas, sostenidas emocionalmente.
Las hormonas que segregamos son condicionadas por nuestro modo de vida y nuestra actitud, y, a su vez, también lo condicionan. Estas hormonas pueden ser de seguridad, afecto y apego o peligro, desconfianza e inseguridad.
Es importante estar con las pilas bien cargadas, prepararse para poder disfrutar todo lo que supone gestar, parir y criar en nuestra sociedad. Estar dispuestas a parar, a conocerse, regenerarse y respetarse. Saber dar y darse, nutrirse para nutrir.
Podemos decidir en qué contexto, y por tanto, con qué hormonas predominantes queremos crecer y criar. La oxitocina debería ser abundante en nuestra vida. Es la hormona principal de la sexualidad, del amor, del placer y del apego con nuestras principales relaciones amorosas: nuestras criaturas.
El uso y el abuso generalizado de los anticonceptivos hormonales dificultan y ponen en riesgo la salud y la fertilidad natural.
Los anticonceptivos hormonales incluyen: la píldora, el DIU con hormonas, parches, aro, inyectable y la anticoncepción de urgencia llamada “píldora del día después''.
La mayoría de los otros métodos precisan más educación acerca del cuerpo y una participación más activa. Requiere mayor autoconocimiento y responsabilidad, mayor empoderamiento, madurez y libertad.
Así como el planeta está cada vez más contaminado con sustancias tóxicas y su campo electromagnético, nuestro cuerpo está igualmente alterado.
El estilo de vida imperante nos lleva a comer comida pobre en nutrientes esenciales que, además, contiene alteradores hormonales como los pesticidas y el plástico. Alimentos procesados sin vitalidad y exceso de glucosa que alteran el sistema hormonal y desgasta el organismo.
Además de los tóxicos químicos, vivimos rodeadas de contaminación electromagnética que no vemos.
Las ondas más perjudiciales provienen de:
Las personas somos seres interdependientes, necesitamos amar y ser amadas. Las relaciones primarias y el apego son la base de nuestra relación con nuestro mundo interior y exterior. La relación que tengamos con nuestra madre también afecta a nuestro rol y arquetipo de madre. Igual afecta la relación que tengamos con nuestra niña interior, la niña que fuimos y que vive en nuestro centro.
Se pueden solapar varios arquetipos femeninos y suelen estar en conflicto: la niña, la madre e incluso la sabia si estamos en edades maduras.
Una mujer adulta también puede sentirse en su interior todavía inmadura para generar vida, dar amor y sustento.
Es importante reconocer la herida para poder perdonar a nuestra madre. Acoger a nuestra niña herida para poder maternarnos a nosotras y, por ende, a los demás. Entender que traer un bebé al mundo no debería llenar nuestro vacío ni nuestra carencia afectiva y existencial. Comprender que la herida es común, que forma parte de una misma y sentir compasión. Sentirnos acogidas, conectadas y unidas por la gran madre originaria de la que todas proveemos. Dejar de creer que estamos separadas.
El orgasmo en la mujer aumenta las posibilidades de concebir: va acompañado de movimientos involuntarios en la vagina y en el útero que favorecen la llegada de los espermatozoides al útero y las trompas uterinas, donde se lleva a cabo el encuentro y la fecundación.
La sexualidad es la capacidad de sentir gozo y placer, por vivir como cuerpo simplemente.
Si te ponen la etiqueta de mujer “infecunda” ya hay un cajón al que otorgar todo sentimiento de vacío o frustración, alimentados por el ideal cultural de la maternidad biológica.
La sexualidad y el encuentro sexual es algo sagrado, y más aún cuando se abre la unión para la creación de vida. Las personas que quieran profundizar en la sensualidad, la sensibilidad, la comunicación, la comunión y la espiritualidad a través de la sexualidad pueden encontrar en el Tantra una vía de iniciación a la sabiduría milenaria de conexión con el AMOR, empezando por una misma. Recomendamos especialmente a María José y a José Miguel, que puedes conocer en Tantra y Yoga.
En un porcentaje notable las causas por las que las mujeres no se quedan embarazadas no están determinadas. Podría asociarse a estrés, miedo inconsciente, creencias negativas o dudas y ambivalencias interiores de lo que supone ser madre.
Unas veces una mujer resulta infértil, pero al cambiar de pareja hay fertilidad. Otras veces la mujer es infértil en un momento de su vida y cuando cambian las circunstancias se vuelve fértil. Incluso la propia búsqueda de embarazo crea ansiedad y retrae la fertilidad.
Cuando Ana Vítex estudió Trabajo Social desde una perspectiva sistémica, le enseñaron que cuando hay un problema, un síntoma, no es tan importante preguntarse el porqué, sino el PARA QUÉ ocurre.
Cada persona encontrará las respuestas en su interior: para que tomemos consciencia de qué hacemos, qué queremos, cómo lo queremos… Esto nos puede orientar en qué hay que cambiar para gozar la vida con autenticidad y con plenitud.
“Si la sonrisa, los besos y los abrazos pudieran ser empaquetados en formato blíster, serían los tres suplementos milagrosos más importantes para la prevención y el tratamiento de cualquier problema de salud”.
La fertilidad asistida presenta diferentes controversias. Debería ser más cuidadosa y potenciar la fertilidad desde la salud.
Los tratamientos de fertilidad intentan paliar pero no resolver. En la mayoría de los casos, se aplican a mujeres que no se quedan embarazadas pero tampoco presentan ninguna causa clínica de esterilidad, llamada “idiopática” o “psicosomática''. Si no hay causa física, una consulta psicológica podría ser de gran ayuda.
En vez de ello, el cuerpo como lugar de gestación, se medicaliza, como si el cuerpo fuera un obstáculo, como si estuviera defectuoso. Se separa del deseo, de la sexualidad, del placer.
Las técnicas mecanizadas y no naturales para “forzar” un embarazo, puede resultar, en cierto sentido, un procedimiento traumático que puede conducir a la inhibición del proceso mismo que se desea conseguir.
En el caso de inseminación artificial sería de gran ayuda que fuera acompañada de escucha, amor y orgasmos. En cambio, se medicaliza excesivamente esta función fisiológica.
Se investiga para ofrecer técnicas complejas de alto presupuesto que no se centran en prevenir los problemas y cuidar la salud. En vez de campañas para poder concebir cerca de la menopausia, se podría apoyar e incentivar la maternidad a edades óptimas y conciliar verdaderamente la vida social, laboral y familiar.
Lo cierto, también, es que la fertilidad asistida es uno de los servicios más prósperos. España ocupa el primer lugar en tratamientos de Reproducción Humana Asistida de Europa y el 3º del mundo detrás de Japón y EEUU. Es el país con más clínicas privadas de fertilidad asistida de Europa.
La estimulación ovárica entraña riesgos para la salud, y puede tener efectos secundarios a corto y a largo plazo, entre ellos:
Además, la proporción de óvulos maduros de calidad conseguidos mediante esta estimulación hormonal se asemeja al resultado en un ciclo natural, lo cual sería mucho más económico y facilitaría la implantación. En cambio, cada ciclo de medicación cuesta unos 1.800 € y dificulta la implantación en un endometrio hiperestimulado.
Por otra parte, todo el exceso de estrógenos acaba en los acuíferos expulsados por la orina, cronificando la contaminación medioambiental y el desequilibrio hormonal tanto en ecosistemas como en humanos.
El 40% de las donaciones de óvulos de Europa se producen en España, y según la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), España lidera tanto la donación como la fecundación con óvulos de donante.
En España la regulación y el control son escasos y se da una intensa actividad comercial. Se usa publicidad para captar donantes apelando a la solidaridad femenina y la compensación económica. La crisis económica provoca un incremento de la donación, dada la compensación que se ofrece (unos 1000 €), en las clínicas privadas, una de las cuantías más altas en comparación con otros países. Cientos de miles de óvulos congelados se implantan a nacionales y extranjeras, con el llamado “turismo reproductivo”. Una clave para ello ha sido el anonimato en la donación.
En los hospitales públicos, en cambio, no se da compensación y apenas hay donantes. En otros países no es anónima y eso disminuye el número de donaciones, esta diferencia atrae a España a usuarias de las clínicas de fertilidad asistida, país donde existe mayor número.
Faltan estudios a medio y largo plazo, informar de los resultados a las donantes, para que puedan decidir con toda la información sobre la mesa.
“Múltiples evidencias aisladas indican daños para la salud, como aumento de riesgo de cáncer y problemas de fertilidad, especialmente en las mujeres que proveen óvulos en múltiples ocasiones”, denuncia Judy Norsigian, directora ejecutiva de Our Bodies Ourselves.
Esta técnica ha cambiado las bases de la reproducción mamífera, ya que se lleva a cabo sin acto sexual y fuera del calor del vientre materno.
Un tema controvertido es qué se hace con los embriones sobrantes de la Fecundación In Vitro (FIV). Los progenitores deben dar consentimiento para donarlos a la investigación, para experimentar en la clonación terapéutica y reproductiva sin necesidad de espermatozoide.
Muchas parejas, considerando a los embriones como sus hijos, ni los destruyen ni los gestan, y miles de embriones se quedan literalmente, “congelados”.
No solo somos física y química. La vida va más allá de la comprensión humana y por supuesto no siempre podemos “controlarla”. Nuestra voluntad y acción llega hasta un punto, el nuevo ser y la vida misma hacen el resto.
Tanto para la fecundación in vitro, con o sin ovodonación, como para una inseminación artificial, se puede preparar el útero y mejorar la calidad de los óvulos y del esperma, de la forma más cuidadosa y menos perjudicial posible.
La vida laboral no está diseñada para compatibilizar con la crianza. Hay empresas que financian esta opción para obtener mayor rendimiento laboral. Esta tecnología permite retrasar la maternidad de la juventud a la madurez. Aunque la realidad es que solo las mujeres de clase alta se pueden plantear esta opción.
La respuesta de cómo afectará a esa persona haber estado en parte congelada fuera del cuerpo humano durante años no está clara. En todo caso, el tiempo sí va a cambiar el cuerpo y el útero de la propia mujer, así que las posibilidades de complicaciones serían mayores en todo caso.
El procedimiento de obtención resulta agresivo, se fuerza la ovulación con distintas hormonas y medicamentos, además de intervenir para acceder al ovario y extraer los óvulos.
Fertilizar los óvulos se hará fuera del cuerpo de la madre, y la implantación se hace de nuevo de forma agresiva y no siempre se logra. El éxito de la FIV disminuye con la edad y se ha demostrado mayor éxito con óvulos frescos que congelados.
Si no se emplean hay que decidir también qué hacer con estos óvulos: donarlos para fertilización, investigación o destruirlos.
Por otra parte, faltan estudios para determinar si las personas que provienen de óvulos congelados tienen mayor propensión a enfermedades.
Esta alternativa, junto a la congelación de óvulos, es una opción de salvaguarda para las mujeres que se someten a algún tratamiento que destruye sus ovarios (quimio y radioterapia, por ejemplo).
De la técnica de implantar fragmentos de ovario tras la menopausia, para lograr su reactivación, desconocemos los efectos en la salud de mujeres sanas.
Para valorar esta opción, también llamada “gestación por sustitución” o “vientres de alquiler”, es importante poner atención a algunas consideraciones:
Como hemos hablado antes, bajo la teoría sistémica, cuando ocurre un problema, síntoma o conflicto, la pregunta más importante no es ¿por qué?, sino ¿para qué?
Puede ser tener más comunicación con una misma o con la pareja, resolver algún tema, atender el cuerpo, el estilo de vida, algún miedo, etc.
Esto conlleva hacernos responsables de nuestra fertilidad, nuestra salud y nuestro cuerpo e intentar resolver las causas que las coartan. Igual que ya hemos conseguido que exista el plan de parto, y a menudo se respete, se podría acordar un plan de concepción. Aceptar y confiar en tu cuerpo, en la vida, en una misma y en la criatura con la que queremos crecer.
Es un proceso fisiológico, natural y sexual, así que las relaciones de confianza y placenteras facilitan la concepción.
La química entre los óvulos y los espermatozoides también es necesaria: que se gusten, se atraigan, se enamoren…
Es posible apoyar la fertilidad desde el equilibrio, y aquí compartiremos contigo enfoques, consideraciones e información que sustentan esta visión:
Esta idea la escuchamos en una charla de Marianna Doña Loba, en la 1ª Edición del Festival Tierra de Lunas.
Las dos fases principales del ciclo son la folicular y la lútea. La primera regida por los estrógenos (encargados de crear los óvulos) y la segunda por la progesterona (encargada de crear el nido). La primera es más expansiva y activa, y la segunda es más introspectiva y pasiva. Para recuperarnos de la expansión y el esfuerzo de crear un óvulo en la primera etapa y poder alimentar un nido para una posible gestación, es imprescindible recogerse, descansar y respetar los ritmos que marca el cuerpo.
Las mujeres necesitamos proveernos de abundante progesterona, la hormona encargada de crear el nido para acoger y nutrir al bebé desde la anidación y toda la gestación. La progesterona se desarrolla a partir de la ovulación cuando caen los niveles de estrógenos. Los estrógenos están demasiado elevados por el estrés, la contaminación ambiental y los anticonceptivos hormonales. Sería necesario hacer ejercicio y tomar plantas depurativas hepáticas para ayudar al hígado a desintoxicarse, ya que este órgano metaboliza todo el exceso de estrógenos. La progesterona es una hormona relajante y regeneradora, así que descansar en la etapa pre o menstrual es justo y necesario.
Los ritmos masculinos son de acción y desconexión. Necesitan apartarse a su cueva para reponer los niveles de testosterona necesarios para la acción.
La testosterona es la hormona masculina por excelencia, aunque todas las personas tenemos todas las hormonas, en proporciones diferentes.
Es la encargada de estimular el deseo sexual y la producción de espermatozoides.
Por ello es importante que respetemos sus ciclos y entendamos que después de un tiempo de acción, como el trabajo, necesitan desconectar. Para ellos, compartir la intimidad también supone un momento de acción: sea una conversación en pareja sobre emociones o un encuentro sexual. Por eso necesitan alejamiento después, o simplemente se quedan dormidos.
A partir de los 50 años, superada la etapa reproductiva, se suaviza la polaridad y se equilibra la producción hormonal. La testosterona disminuye en los hombres y aumenta en las mujeres.
Esto lleva a hacernos cargo del autoconocimiento de nuestros cuerpos y de compartir la responsabilidad de nuestros procesos sexuales y reproductivos. Recordemos que la fertilidad es parte o fin de la sexualidad, con el placer como ancla para la continuidad de la especie.
El método de planificación familiar natural funciona si se hace correctamente, pero apenas hay talleres de formación y resulta muy difícil encontrar atención especializada para aprenderlo. Se trata de determinar la fase fértil en la mujer y dejar tiempo suficiente entre las eyaculaciones en el hombre. Para saber cuáles son los días fértiles en la mujer se observan varios aspectos:
1- La mucosidad, estimulada por el estrógeno, que ayuda a subir a los espermatozoides al cuello del útero, cuya textura es como la clara de huevo cruda.
2- La temperatura corporal basal aumenta por la progesterona. Se necesitan varios meses seguidos para conocerse.
3- El cuello del útero cambia. Se puede palpar o ver con un espéculo (puedes solicitar el tuyo en la revisión). El cérvix o cuello del útero cambia de posición, se ablanda y se ensancha para facilitar la ascensión del esperma hacia el útero y las trompas uterinas.-
“La verdadera libertad estriba en el autoconocimiento veraz. Cómo funciona mi cuerpo. Qué necesito para tener una sexualidad plena y placentera. Cuáles son mis órganos reproductivos y cómo funcionan. Cómo funciona el ciclo de la menstruación y cómo se manifiesta en mí.
Aprender a auto-observarme, conocer los signos que me hacen reconocer en qué momento del ciclo estoy, me ayuda a ser más consciente de mí, a encontrar un centro que me guía y a estar más conectada con mi verdadero deseo. Es desde este autoconocimiento que creamos intimidad con nosotras mismas, y desde ahí puedo comunicarme y ser íntima con el otro.
Si tenemos una pareja sexual estable la intimidad es fundamental para crear patrones de relación sanos. Entender la sexualidad como una forma de comunicación más allá de las palabras, que incluya todo el espectro de los sentidos es ir más allá en la profundidad de la relación conmigo misma y con el otro.
Los métodos conceptivos-anticonceptivos naturales facilitan que mi pareja sea partícipe de lo que sucede, y con esto aumenta también el conocimiento mutuo”.
- Marta Sánchez, matrona de la Clínica Acuario, fundadora de Mujeres Sabias y de La Casa de Isis, casa de partos en Orba. -
En Ginevitex puedes descargar nuestro calendario menstrual gratuito, y empezar a conocerte mejor desde hoy.
Así como existen los grupos de preparación a la maternidad-paternidad, defendemos los grupos de apoyo mutuo entre mujeres y familias en proceso o con problemas de fertilidad, sea o no biológica.
Hay experiencias en grupos de apoyo repartidos por todo el país a cargo de matronas en los centros de salud pública.
Algunas propuestas privadas empiezan con preparación al parto, incluyen asistencia al parto natural y promueven grupos de crianza como la pionera Clínica Acuario de Beniarbeig, la recién nacida “Semilla de Vida” junto a la casa de partos La Casa de Isis en Orba y la Casa de Naixements Migjorn en Manresa.
Otras iniciativas son:
Criar en pareja, o como monoparental, a menudo resulta complicado, en toda cultura y tiempo se ha criado con apoyo. Puede ser nutritivo y satisfactorio para todas las personas.
No nos referimos a la tendencia en auge de que las abuelas se sobrecarguen para que su hija pueda trabajar, llegando a padecer un conjunto de síntomas, llamado Síndrome de la Abuela Esclava.
Una referencia en cuanto a la investigación de la salud de los bebés es el Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal, creado y dirigido por Ibone Olza, psiquiatra, escritora y activista, profesora asociada de la Universidad de Alcalá.
Durante milenios, y en todos los lugares del mundo, las personas tanto agricultoras como recolectoras han celebrado ofrendas y fiestas de fertilidad para la tierra, los animales y las mujeres.
Recuperar la sabiduría perdida de estos actos sencillos nos sintoniza de forma poderosa con la naturaleza. Nuestro cuerpo se rige por ciclos: vitales, solares, lunares, estacionales, menstruales… Esta conexión de la cultura, la naturaleza y el consciente y el inconsciente individual y colectivo, facilita la pauta para diversas cuestiones, sobre todo para los ciclos de fertilidad.
La mujer, o la pareja que desea concebir, podría crear una ceremonia, meditar, orar o montar un altar para invocar la llegada de un nuevo ser a través de la unión sagrada. Pedir permiso, hablar, prepararse como canal consciente al servicio de la vida.
Celebrar menarquías, bendiciones de parto, acompañar pérdidas gestacionales, puerperios, fin de lactancias, e incluso ligadura de trompas y extirpaciones, nos recuerda que somos parte de los ciclos de la Vida. Ella consiste en siembras y cosechas constantes, y con ella somos cocreadoras con todas sus facetas.
Las palabras ceremonia, ritual, cierre, apertura, nacimiento y muerte nombran nuestra realidad. Nombrar lo que existe otorga coherencia, sanadora y reconfortante.
Plasmar nuestro árbol genealógico, observar, aceptar nuestro origen para liberar creencias, experiencias que puedan resultar cargas bloqueantes de nuestros linajes con respecto a tener hijos. Puede ayudar a sentirnos más ligeras y crear nuestro presente con más libertad y consciencia.
La alimentación para la salud y la fertilidad tiene doble vertiente: depuración y nutrición. Esto se vuelve especialmente importante si se han usado anticonceptivos hormonales en la mujer y hay exceso de estrés, en ambos.
El líquido folicular es donde se forma el óvulo hasta su completa maduración, listo para la ovulación. Los alimentos que se toman los 100 días previos afectan a la formación de este tejido y la ovulación.
Lo más importante es comer alimentos vivos, frescos, enteros y con capacidad de germinación o reproducción. Alimentos fértiles, muchas variedades son transgénicas y no tienen poder reproductor.
Mucho mejor si son alimentos procedentes de cultivos limpios, sin pesticidas, ecológicos y preferiblemente de temporada.
Los pesticidas, antibióticos y piensos con hormonas alteran el sistema endocrino de forma directa.
Si es un tema en el que te interesa ampliar información, te recomendamos dos expertas en nutrición y ciclo menstrual:
“Tanto para la fertilidad femenina como masculina, tener una pared intestinal con la microbiota adecuada ayuda a evitar y corregir muchos problemas hormonales, infecciones, enfermedades autoinmunes, problemas cognitivos, depresión, ansiedad….
El intestino se ve afectado especialmente, y aumenta la permeabilidad intestinal, por el estrés, la mala alimentación, por virus y bacterias, por los tóxicos, por las hormonas, por los antibióticos, por el déficit de zinc, por el exceso de ejercicio, por el consumo de alcohol, por el consumo de AINE (antiinflamatorios no esteroideos).
Si tenemos un intestino que está absorbiendo correctamente los nutrientes de los alimentos, es más fácil prevenir déficits. Cuidando tu intestino, estás cuidando tu fertilidad, tu sistema inmune, tu endometriosis, tu síndrome de ovarios poliquísticos, tu tiroides, etc.”
- Antonia González de Psicofertilidad Natural. -
Existen una serie de complementos naturales que favorecen la fertilidad, pero cada mujer tiene unas necesidades únicas:
Es una tintura integral y ecológica 100% natural que elaboramos con Vitex agnus castus (o Sauzgatillo) de máxima calidad y frescura. Todos los ingredientes proceden de España.
La Vitex A.C. es una planta autóctona mediterránea que actúa como reguladora hormonal natural siendo útil tanto para la mujer como para el hombre. Ayuda a corregir los desequilibrios hormonales que dificultan la fertilidad. Carece de efectos secundarios y apoya a la salud hormonal y general. Regula la líbido o deseo sexual, en hombres y mujeres.
La Vitex A.C. se ha usado durante milenios en la medicina ancestral tanto en la cultura mediterránea, la medicina tradicional china y la medicina ayurveda, como aliada de la salud femenina.
La Vitex A.C. actúa a nivel neuroendocrino en la hipófisis, que a su vez rige el resto de glándulas endocrinas. Imita la acción de la dopamina y ayuda a segregar endorfinas endógenas.
Como planta adaptógena protege al organismo frente al estrés y optimiza las funciones biológicas como la fertilidad.
Ayuda a mejorar la calidad del óvulo y la calidad del nido para facilitar la implantación del óvulo fecundado y evitar abortos espontáneos por falta de progesterona.
También apoya en cambios hormonales como el parto, el posparto-puerperio, postaborto y cese de la lactancia.
¿Cuáles son los signos de desequilibrio hormonal?
Dolor menstrual, sangrado excesivo, dolor de mamas, migrañas recurrentes, ciclos irregulares, ciclos muy cortos o muy largos, pérdidas premenstruales, infecciones repetitivas, ciclos anovulatorios, amenorrea, etc.
GINEVÍTEX® ayuda a equilibrar la comunicación entre la hipófisis y los ovarios y la segregación de la hormona estimulante del folículo (FSH), la hormona luteinizante (LH), los estrógenos y la progesterona necesarios.
La FSH protagoniza la fase folicular y se encarga de que maduren los óvulos de forma óptima. En esta fase los estrógenos aumentan hasta que en la ovulación alcanza su momento álgido.
La LH rige la fase lútea, encargada de crear el nido, engrosando el endometrio para acoger la implantación. En esta etapa la progesterona es fundamental, ya que aunque haya habido fecundación, es necesaria para la continuidad de la gestación. De esta forma se ayuda a evitar abortos espontáneos. Esto se da cuando los niveles de progesterona son los adecuados, segregada por el cuerpo lúteo que está en los ovarios, durante el primer trimestre de gestación. Una vez formada la placenta, ésta será la fuente principal de progesterona.
Cuando hay falta de progesterona suele darse un exceso de prolactina, que provoca amenorrea y Síndrome Premenstrual (SPM). La Vitex A.C. está reconocida como planta medicinal por la Agencia Europea del Medicamento para tratar el SPM.
La fórmula exclusiva de GINEVÍTEX® contiene, además de la tintura de frutos y hojas, esencia floral de Vítex de elaboración propia. Esta esencia floral aporta cualidades extra:
Ayuda a regular la producción de testosterona, aumentar la cantidad y calidad de los espermatozoides y a prevenir problemas de próstata.
Modo de empleo de GINEVÍTEX®:
La dosis diaria recomendada general de GINEVÍTEX® es 1 ml al día hasta confirmar embarazo, a partir de ese momento, puede dejarse directa o paulatinamente.
Si necesitas más información o tienes cualquier duda, puedes contactar con nuestro equipo a través del servicio gratuito de atención personalizada.
El objetivo del Programa Integral de Tratamiento Hormonal es mejorar todos los factores alterados, tanto físicos como emocionales, para regular el sistema hormonal.
Basado en la psiconeuroinmunología (PNI) trata cómo interfieren el sistema nervioso, el sistema inmunológico y el sistema endocrino (hormonal). Además de la visión química del cuerpo se contempla el ámbito emocional, que van de la mano.
Se ofrece apoyo personalizado para conseguir un embarazo natural, evitar abortos espontáneos, equilibrar el sistema hormonal con diferentes diagnósticos ginecológicos y como preparación para tratamientos de reproducción asistida cuando las causas de la infertilidad son desconocidas.
Este tratamiento de fertilidad natural es el resultado de más de diez años de experiencia en consulta y está enfocado en mimar el cuerpo de la mujer y sus emociones, dándole lo que necesita para que cumpla su sueño de ser madre.
En palabras de Marta Heredia: "Mi recomendación es que el tratamiento de fertilidad sea de tres meses, que es el tiempo que tardarán en mejorar la calidad de tus óvulos y aumentar la cantidad y calidad del esperma. Encontrarás mejoras en tu estado de salud general y regularemos tus menstruaciones desde el primer mes".
En el Instituto Shen Dao – Acupuntura Barcelona han desarrollado un completo Programa de Fertilidad Natural con el que tratar y cuidar cada aspecto de la salud reproductiva y potenciar, así, la fertilidad para ayudar a conseguir el embarazo deseado, tanto si es de forma natural como complemento a técnicas de reproducción asistida.
El método naturista de fertilidad natural, es una propuesta del estilo de vida saludable que favorece y optimiza la fertilidad y la salud reproductiva de ambos progenitores, desde la perspectiva de la Medicina Naturista. Aborda la alimentación saludable y óptima para la fertilidad, la depuración del organismo, la sexualidad fértil y el equilibrio emocional y mental positivos y la salud medioambiental.
Este método trabaja con la idea de no forzar a la Naturaleza, sino ayudarla. Cuanto más se fuerce, más riesgos, más errores, más estrés. Menos cantidad y mayor calidad.
En las Fecundación In Vitro convencionales se hace una estimulación masiva del ovario para forzarle a madurar diez o doce ovocitos, que, lógicamente, serán de una calidad desigual. En cambio, con un ciclo natural y una estimulación mínima, es el cuerpo el que escoge el ovocito, es la propia naturaleza la que decide el ovocito al que le toca madurar. Este concepto es una de las claves para que tenga una calidad óptima y, en consecuencia, sean mayores las probabilidades de fecundación.
Se llama ciclo natural cuando no se utilizan hormonas sintéticas para estimular el desarrollo de los folículos y obtener varios óvulos. Se utiliza el óvulo que crea una mujer en su ciclo menstrual natural. La sabiduría del organismo hace que de varios folículos haya normalmente uno que madure, se desarrolle como óvulo y siga su camino en la ovulación.
El ciclo natural tiene menor coste económico, es menos agresivo, evita embarazo múltiple y sus riesgos, alternativa saludable, es más lento, eso sí, cada ciclo da un óvulo.
Se trata de apoyar la ovulación natural y respetar el ciclo y los ritmos naturales. Apoyar al organismo para que el óvulo madure de forma óptima y adaptar las intervenciones médicas al ciclo ovulatorio normal.
Se suele optar por esta vía cuando ha fallado la medicación hormonal, y vemos aquí un error. Cuando se ha dado un sobreesfuerzo en los ovarios y se ha acumulado en el cuerpo unas cargas de hormonas químicas, los ovarios no están en tan buenas condiciones. La opción de ciclo natural debería ser la primera, cuidar a la mujer para que sus ovulaciones sean óptimas.
Para explicar este tratamiento, citamos a Soledad Moreno, coach y experta en acupuntura para la fertilidad:
“La acupuntura es de gran utilidad en los tratamientos de fertilidad, ya sea de forma complementaria o de forma exclusiva.
En mi experiencia con la acupuntura en mi consulta privada, diversas mujeres con problemas de fertilidad realizaron tratamientos de acupuntura durante tres meses. Además con acompañamiento emocional, antes de iniciar tratamientos de FIV o IA.
Aquellas mujeres que recibieron tratamiento complementario con acupuntura, moxibustión, auriculoterapia y apoyo, sus ciclos menstruales mejoraron. De 50 mujeres que pasaron por mi consulta 38 quedaron embarazadas, no hay un vínculo científico que me haga creer que a más sesiones, más o menos éxito de embarazo.
Lo que sí es cierto es que con las sesiones de acupuntura y apoyo emocional en aquellas mujeres, el ciclo era diferente. Tenían reglas menos dolorosas, menos migrañas, dormían mejor, se sentían más relajadas y los niveles de estrés y ansiedad bajaban. Esto es muy importante para la producción de progesterona.
En conclusión, he de decir que la acupuntura y el acompañamiento en mujeres que se someten a tratamientos de fertilidad juegan un papel importante. Es de suma importancia que se sientan bien y acompañadas en este proceso tan complicado y a veces, tan largo”.
La maternidad biológica entra en conflicto con la edad social. La cantidad de hij@s, la edad para tenerlos, ya no es algo que pueda decidir tan fácilmente una mujer o pareja. La evolución personal, académica y profesional le exige una dedicación muy elevada, donde difícilmente se puede integrar la maternidad. El modelo actual queda muy limitado para sostener la crianza. La importancia de la familia extensa o un grupo de apoyo mutuo es básico.
La maternidad es una etapa vital, cuya llamada biológica seguramente hemos silenciado durante muchos años. Es la etapa productiva y reproductiva, donde nos volcamos tanto a conseguir metas académicas, profesionales, laborales, económicas y emocionales, que no encontramos el momento para ser madres.
La cultura ha dado la vuelta a la biología, ahora es más aceptado que una mujer sea madre en premenopausia que en la juventud. En el caso de los cuerpos de las mujeres hay que observar cómo se llega a cosificar, manipular y modificar por los intereses externos.
Las mujeres sienten culpa y miedo, tanto si son muy fértiles como si no lo son. Parece que nunca somos lo suficientemente buenas para ser aceptadas, y en este juego, donde hemos vendido nuestra alma al juicio ajeno, siempre, inevitablemente, perdemos.
Hemos dejado poco espacio para el azar y cuando se acerca el momento de la premenopausia es el ultimátum para revisar nuestro deseo de ser madre, cómo, porqué y para qué.
Se da una parte de desconfianza sobre nosotras, no hemos tenido oportunidad de compartir crianzas, también puede no darse la pareja que comparta este sueño y compromiso, es complicado conciliar vida laboral y familiar. Queremos autorrealización, autonomía económica y presencia emocional. Una pareja se queda corta para atender todo y una madre sola más todavía. Hay tantos miedos, renuncias, dudas y aplazamientos que el cuerpo responde con lo mismo. Es necesario restablecer la confianza.
Abrirse a ser madre es rendirse a la vida, morir como simple ciudadana y ser humana, mamífera, “cuidadana”, vulnerable, abrirse y deshacerse para ser el medio, la tierra donde pueda posarse una semilla.
“Tus hijos no son tus hijos. Son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen”.
- Khalil Gibran -
Somos mayoritariamente agua, elemento transmisor por excelencia. Podemos cambiar frecuencias, memorias y creencias porque somos moldeables, nuestras células son adaptables como el agua. Cuidar nuestras aguas y nuestros ciclos menstruales de renacimiento son una vía de sanación femenina innata.
Cuando hay información que nos limita, ya sea del entorno, de nuestras ancestras o nuestras vivencias, ésta se puede cambiar. Terapias como las constelaciones familiares, la biodescodificación o el movimiento expansivo consciente, pueden ayudarnos a cambiar registros o percepciones limitantes sobre quiénes somos, nuestros dones y nuestra fertilidad.
La fuerza vital creadora nace de nuestras entrañas, ovarios y matriz, órganos sexuales primordiales y ocultos.
A continuación compartimos contigo diferentes técnicas que ayudan a reforzar la fuerza creadora de nuestros órganos sexuales:
- Meditaciones de Aixa Laxmi:
- Relajación de útero de Mónica Felipe
- Vídeo Charla “Ovular no sólo sirve para ser madre”, de Mila Torró
- Vídeo Charla “El útero: Fuente de la alegría” de la Dra. Juana Lafaja
- Método AVIVA, una serie de ejercicios físicos basados en mover la zona pélvica ayudando y fortaleciendo los órganos del sistema de reproducción.
Es hora de cambiar patrones y creencias, de recuperar la cultura menstrual perdida que nos guía en nuestra salud, autoconocimiento y bienestar.
Ser fértil no es un castigo, porque este es el mensaje que nos trasmiten en la adolescencia y comienzos de la menstruación: “cuidado, que te puedes quedar embarazada”. Fertilidad se asocia a miedo, y este mensaje dañino se queda grabado en nuestro cuerpo y afecta inevitablemente a nuestra sexualidad y creatividad.
Todas somos madres, es una cualidad que portamos desde nuestra niñez, un impulso natural de proteger, crear y cuidar proyectos, creaciones y toda forma de vida. Darnos a los demás, una cualidad sobreexplotada hasta que nos ha dejado secas, perdidas y vacías.
Por ello es revolucionario y necesario que la mujer se convierta en su máxima prioridad, que se de amor y cuidado, que mire para sí misma. Eso no debería haberse perdido, atender a los demás ya emerge de forma natural.
Un embarazo, aunque se desarrolle dentro del cuerpo de una mujer, afecta más allá de este cuerpo, es un hecho transpersonal.
Por un lado, porque es una nueva persona, completa en sí misma.
Para la sociedad, es un@ nuev@ ciudadan@ y consumidor@.
Pertenece a dos familias, clanes y linajes que se entrelazan.
El padre por su presencia o ausencia también afecta y se ve afectado.
Junto a la criatura nace su madre, cuyas vivencias antes y durante la gestación impregnan una huella en la primera.
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6 comentarios en “¿POR QUÉ NO ME QUEDO EMBARAZADA? MEJORA TU FERTILIDAD DE MANERA NATURAL”
Hola, es una maravilla el tema de este mes y cómo lo has tratado desde tantos diferentes prismas, ENHORABUENA y GRACIAS.
El grupo de apoyo "Mi café con sol" que nombras en Granada, el enlace no funciona y no consigo dar con él, ¿podrías dar más información o proporcionar el enlace, por favor?
Un abrazo.
Gracias.
Muchas gracias por este artículo, me ha gustado mucho y creo que es de gran ayuda para todas las mujeres. Un abrazo
Teresa, muy agradecida por tus palabras.
Muy valiosa información, gracias!
hola ana,me ha venido genial leer este punto ,de porque no consigo quedarme embarazada,yo llevo dos años intentandolo siempre m eenfadaba conmigo mmisma me sentia como que no valia para ser madre,acabo de comprar tambien ginevitex y he deciddo empezar a conocerme a mi misma y a escuchar a mi cuerpo esppero que ginevitex me ayude mucho,gracias por existir un a persona como tu.
un cordial saludo.
Gracias por tus palabras, me alegro mucho de ser útil. Juntas vamos caminando. Nos amo!!