Cuidar en esta época del año a tu sistema inmune es una forma excelente de evitar problemas de salud y mantener el calor del cuerpo para cuando entre de lleno el otoño.

Queremos contarte algunos remedios ancestrales de diferentes países para ayudar al cuerpo a prepararse para el frío.

OTOÑO: ETAPA DE INTROSPECCIÓN

El otoño, en la rueda cíclica anual, se identifica con la etapa premenstrual, el atardecer, la menopausia… Es una etapa de introspección. Nos permite ver lo que ocurre en nuestro interior.

Es la etapa ideal para sentirse, dejar caer las hojas y los estorbos e inconvenientes, para cortarse el pelo, para un retiro o escaparse a la naturaleza.

Lo que la naturaleza nos muestra fuera, también ocurre dentro de nosotras.  Es buen momento para disfrutar dulcemente los días de sol, los colores de la naturaleza, sentir su nutrición en nuestro cuerpo y nuestro ser a través de las pupilas y la piel.

Las mujeres que trabajan con los huevos yoni, recomiendan utilizar en esta época el huevo de obsidiana. Se refuerza la potencia de explorar la sombra, y salir empoderadas y completas al abrazarla.

También, puede ser una época de cambios bruscos y de sensibilidad y vulnerabilidad a nivel inmune. Por ello, compartimos en este artículo algunos trucos, para que te sientas amorosamente nutrida y en paz contigo misma y tu entorno.

Las mujeres somos las que más cuidamos. Cuidar y dignificar a las personas que cuidan es la mejor forma de valorar todo el amor entregado.

REMEDIOS MULTICULTURALES PARA AUMENTAR LAS DEFENSAS EN OTOÑO

Armonía entre los sabores

Lo ideal es que, en cada comida, estén presentes los 4 sabores. Esto hará que los órganos funcionen de forma equilibrada.

Se relacionan con los cuatro elementos, las principales emociones, las estaciones… De esta forma, ayudamos a reforzar el sistema inmune, nervioso y endocrino.

Bálsamo digestivo (contiene los 4 sabores)

Es un preparado que tiene los cuatro sabores incorporados y es súper beneficioso para todo el organismo. Repara todo el sistema digestivo y esto repercute en el estado de salud general.

Se prepara con los siguientes ingredientes:

– Pulpa fresca de hoja de aloe, sin piel y sin jugo amarillento.

– Una cucharada de miel.

– Jugo de un limón.

– Media cucharadita de café de pimienta negra en grano.

– Jengibre fresco.

– Agua.

Se tritura todo y se toma antes de las comidas.

Sabor dulce

Leche dorada: tradicional de India, medicina ayurveda en su versión sin lácteos. Ayuda a prevenir y tratar dolores articulares, enfriamientos…

Es antiinflamatorio intestinal, antibacteriano, reconfortante y aporta nutrición celular.

Prepararla es muy sencillo: calienta un vaso de bebida o leche de avena, añade media cucharada de aceite de coco virgen extra (ayuda a que tu cuerpo absorba la cúrcuma), pon una cucharada de postre de cúrcuma en polvo y añade miel al gusto. Si no te gusta el sabor, también puedes añadir una pizca de canela. Remueve y ¡a disfrutar!

Sabor salado

Caldo de miso: tradicional de China, alimentación macrobiótica. Puedes tomarlo con agua templada o un caldo vegetal que tengas.

Es un probiótico natural, rico en vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales que forman proteína. Ayuda a alcalinizar y nutrir.

Sabor ácido

Agua templada con zumo de limón: tomar en ayunas. Si el limón es ecológico puedes triturarlo con un poco de piel. Si quieres, puedes convertirlo en bebida isotónica añadiendo agua de mar.

Antioxidante, rico en vitamina C, estimula los jugos digestivos. Alcalinizante.

Sabor amargo

Infusión de plantas depurativas hepáticas y digestivas. El hígado se satura con los tóxicos, los medicamentos y la alimentación actual. Está muy relacionado con los órganos sexuales de la mujer y su estado repercute en la salud general.

Lo ideal sería alargar el ayuno diario, realizar un ayuno semanal, mensual o estacional, pero muchas personas encontramos dificultad en ello.

Apoyar la depuración hepática con plantas es una forma de compensar los excesos que cotidianamente introducimos en nuestra dieta: alcohol, azúcar, gluten, lácteos, etc.

Las plantas pueden tomarse después de la comida principal, frescas en ensalada o jugos. También en extracto, solas o con otras plantas que te agrade su sabor y que faciliten la digestión.

Son plantas depurativas: el boldo, milenrama, diente de león, cardo mariano y alcachofera.

Las plantas digestivas son: la menta, hinojo, anís, poleo y romero, que ayudan a la motilidad gastrointestinal.

El hígado se asocia, de entre todas las emociones, con la ira y la rabia. En esta sociedad, especialmente en la mujer, es una emoción reprimida, censurada. Suele aflorar cuando conectamos con el útero, con la etapa premenstrual, la menopausia… o cuando limpiamos el hígado.

Simplemente permítete expresarla sin hacer daño ni sentirte culpable. Es humano y sano. De hecho, nos da fuerzas para cambiar cosas y mejorar nuestro mundo interno y externo.

Baños de pies

En otoño empieza a apetecer el agua calentita… Puedes ponerle aceite esencial de lavanda, cítrico y/o romero y un puñado de sal marina. Las propiedades se absorben a través de los pies y ayuda a la termorregulación corporal.

Los pies nos sostienen y conectan con la Madre Tierra, son fuente de cansancio pero también de mucho placer. Honramos su sostén y cada paso que damos con ellos en la vida.

Dormir la siesta

En otoño, y durante todo el año, es una tradición mediterránea por excelencia, ¡lo llaman el yoga ibérico!

Ayuda a bajar el estrés mental, calmar el sistema nervioso y facilitar la digestión (sobre todo si te tumbas del lado izquierdo).

Dormir siesta de forma habitual aporta beneficios similares a la práctica del yoga. Es un momento reparador que nos llena de energía y vitalidad.

Y aunque no duermas, desconectar el móvil y toda tarea o actividad, es una forma de meditar tumbada y sentir tu cuerpo.

Adaptarse a los ritmos circadianos

Por la mañana, al levantarte, es muy beneficioso que te dé el sol directamente en la cara para adaptarte a los ritmos circadianos. Además, el sol es la mayor fuente de vitamina D que existe, la cual necesitamos para tener un sistema inmunitario y endocrino fuertes.

Ayuda a generar dopamina, aliarnos a los ciclos naturales y regular la producción hormonal.

Intenta acostumbrarte a la disminución de luz dentro de casa, suavizando la intensidad de las luces no naturales. Si puedes, contempla el atardecer.

Busca acompañarte de colores más cálidos y desconectar de las pantallas para que la melatonina pueda desarrollarse, y así poder descansar y regenerarte cada noche.

Calor en la zona abdominal-lumbar

Es un remedio de abuelas, sabiduría popular antigua. Cubrir con un refajo, pañuelo o cinturón la zona abdominal-lumbar. Si quieres más refuerzo, puedes utilizar una almohadilla eléctrica, moxa o bolsa de agua caliente.

Los riñones y las glándulas suprarrenales son las que representan al primer chakra, la fuerza y energía vital primaria. Los ovarios y útero se asocian al segundo chakra, donde ejercemos la voluntad y enraizamos nuestro poder.

El calor en la zona lumbar nos aporta energía vital y nos reconforta. Refuerza el sistema inmune.

Equilibra tu sistema endocrino con Ginevítex®

Es un complemento alimenticio que actúa como regulador hormonal natural. Está elaborado a partir de la planta Vitex agnus castus, medicina tradicional mediterránea.

Para reforzar el sistema inmune en la mujer es especialmente importante cuidar el equilibrio hormonal. Nuestro sistema inmune es especial, para que podamos acoger otras vidas, y nos protege frente al estrés oxidativo, sea de origen físico o emocional.

Ginevítex® ayuda a disminuir los problemas menstruales (Síndrome Premenstrual, SOP, dolor de regla, endometriosis…) y de la menopausia, además de suavizar los cambios anímicos.

El autocuidado con amor y placer es prioridad vital.

Gracias por cuidarte, gracias por quererte.

– Ana Vítex –