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ALQUIMIA FEMENINA Y AMOR PROPIO

ALQUIMIA FEMENINA Y AMOR PROPIO

Creemos que cada mujer puede percibir cuántas maneras hay de evolucionar, de sanar, de ser una misma y disfrutar, y cómo todo esto nos aporta SALUD (no solamente con la ausencia de enfermedad y la salud hormonal, sino que va más allá).

Esta entrevista la hicimos porque queremos que todo el mundo conozca lo que propone Nur, ya que pensamos que cada mujer, al menos una vez en la vida como rito de paso, debería hacer un retiro de sexualidad sagrada. 

Desde “Nur Alquimia Femenina”, lo que ofrezco al mundo es un trabajo con el femenino, sobre todo con mujeres, aunque a veces hago cosas mixtas de manera puntual. 

A mi me gusta mucho llamarle “el saber a través del sentir”. Siento que es como una forma de ir descendiendo la atención de los pensamientos al sentir del cuerpo, para luego poder llegar al “ser”, a la esencia. Es lo más cercano a cuando nos preguntamos “quiénes somos”.

Esto lo ofrezco de muchas formas, sobre todo, creando espacios en los que las mujeres se puedan sentir seguras, cuidadas, en los que hay mucha belleza y mucha nutrición. 

Estos espacios son, por ejemplo, las sesiones de danza alquimia, que son espacios en los que a través de la música, la voz, la respiración, el masaje y el movimiento, vamos entrando en ese sentir, y ahí vamos descubriendo nuestro cuerpo, nuestra energía, las emociones, la atención, cómo mover la consciencia, cómo mover la energía que está estancada…

Más allá de darle vueltas a la cabeza, que es lo que hemos aprendido, poder entrar en el cuerpo y poder movilizarnos desde ahí.

Luego están también los retiros, un espacio de pausa en la vida para poder soltar el estrés, lo que sobra y lo que no funciona. Un espacio para sentirnos, regenerarnos y, con toda esa energía que recuperamos, enfocarnos hacia lo que queremos.

Por último, está la formación de sexualidad femenina, en el que hay tres encuentros, donde entramos en el cuerpo, exploramos la anatomía del placer, soltamos lastres de nuestra sexualidad (pensamientos limitantes, memorias de dolor…).

Aprendemos la sexualidad de una forma muy orgánica y muy básica: respirar, estar presente, abrir el cuerpo y permitir que el placer suceda.

ALQUIMIA FEMENINA

La Naturaleza nos diseñó para estar en éxtasis, en continuo placer. Nacemos así y lo vamos perdiendo a medida que vamos creciendo. Pero lo podemos recuperar. 

Llegué a hacer lo que hago por mi propia necesidad de sanar mi sexualidad herida. Empecé a indagar en el camino de la sexualidad consciente, sexualidad sagrada, sexualidad orgánica, tantra…

Había una profundidad en mí que necesitaba ser expresada, y encontré una vía de expresión a través de la danza. 

La estructura rígida de la danza no me valía, así que empecé a darle forma para permitir que mi energía se expandiera.

“Hay mujeres que no son tan sensoriales y quizás son reacias a estos temas, y me gustaría decirles, que igual que cuidamos nuestra casa, nuestra higiene, hidratación, alimentación, ejercicio… Cuidar nuestra sexualidad (la propia, no con la otra persona), el sentir del cuerpo, volver al placer y el amor, que es nuestro estado natural, es tan potente, que si tuviera que elegir una terapia de entre todas las medicinas que hay, elegiría ésta.

Me gusta que este tipo de terapias se vayan expandiendo, porque es algo nuestro, que nos ha sido usurpado, al igual que el conocimiento de la Vítex, usada tradicionalmente hasta que ese conocimiento se perdió, al igual que las sacerdotisas y los templos desaparecieron… 

Pues esta es una de nuestras cualidades femeninas que también ha sido usurpada. 

Si no expresamos esta profundidad, magia, poder, nuestra capacidad para sentir… Se nos queda una sensación de vacío.

En nuestro día a día todo es mental, todo está diseñado para que sea de una manera. Animo a todas las mujeres que tengan curiosidad, que participen en espacios cuidados para mujeres, porque enseguida el cuerpo recuerda. Lo que sucede dentro de ti es maravilloso.”

– Ana Vítex – 

ginevitex y alquimia corporal femenina

A mi me gusta mucho hacer una comparación: 

Vamos a imaginar que nuestra energía y nuestro cuerpo son una niña pequeña. Entonces, tú vas con esa niña por la calle y la llevas por donde la mente quiere (hay que trabajar, hay que limpiar, hay que hacer esto u lo otro…).

Y, al principio, la niña es obediente y te sigue, pero llega un momento en el que se te va a rebelar, tendrá una pataleta o se pondrá triste y agotada. 

Con todo esto, quiero decir, que es importante que no tengamos la mente separada del cuerpo y de la energía.

Todas las mujeres sabemos muy bien escuchar las necesidades de los demás. En general, nos han educado para saber escuchar las necesidades de los otros y ser buenas cuidadoras.

Entonces, tenemos esa habilidad de la escucha, pero, ¿dónde está la escucha hacia una misma? Hacia lo que necesita nuestro cuerpo, nuestra energía…

¿Cuántas veces te paras al día a parar el volumen de lo externo y sentir y subir el volumen de lo interno, lo que está sucediendo dentro de ti, lo que necesita tu energía, más allá de las demandas?

Dentro de tus posibilidades, tengas seres a cargo o no, ¿puedes parar un momento? Aunque sea mientras estás haciendo una tarea, o mientras estás yendo camino de algún sitio, o cuando llevas media hora delante del ordenador ¿puedes parar 2 minutos?

Volver a sentirte a ti misma, cerrar los ojos, suspirar, dejar que el cuerpo suelte la tensión. Reconectar contigo, con esa niña que es tu energía y tu cuerpo.

Nos han enseñado a hacer, hacer, hacer, hacer… Y esto nos agota y nos desconecta totalmente de nuestro ser, nuestra esencia, del placer…

El sistema nervioso tiene dos lados, el simpático y el parasimpático. El simpático es el de hacer, hacer, hacer… Es el de correr porque nos persigue un león. Y el parasimpático es el de dormir, digerir, relajarnos y orgasmar.

Si siempre estamos en el “hacer”, estamos en el simpático y no entramos en el parasimpático, lo que nos trae dificultad para dormir y relajarnos, para sentir placer, trae ansiedad…

Entonces, sabemos que tenemos que hacer cosas, pero ¿de qué manera las vamos a hacer?

Poco a poco, debemos ir recuperando un ritmo más orgánico, porque ser productivas está muy bien, pero también necesitamos del descanso.

Es importante apagar el ruido externo de vez en cuando, aunque no siempre sea tan fácil, llevar la escucha hacia dentro y darnos aquello que necesitamos, porque cuando lo hacemos (en la medida de lo posible, porque cada mujer tiene su circunstancia), podemos volver a ofrecer y a dar, desde un lugar más nutritivo, para nosotras mismas y para el mundo. 

DANZA ALQUIMIA

Me encanta decir que la mujer es la encarnación del amor. Y el hombre es la encarnación de la presencia. 

En nuestro campo electromagnético, nuestra polaridad positiva son nuestros pechos, y la negativa es nuestro cérvix. 

Entonces, nos encontramos con el hombre, que lo tiene todo al revés: el pecho negativo y abajo positivo. Y hacemos como un imán.

También podemos encontrar estas polaridades entre personas del mismo sexo.

Nuestra polaridad positiva, la que dá, la que emana, es la que sale de nuestros pechos, es nuestro poder nutritivo. 

En danza alquimia trabajamos mucho con los tres centros: el útero, el corazón y el tercer ojo.

En el útero está el poder creativo, en el corazón y los pechos el poder nutritivo y el tercer ojo es como el poder de la bruja, de visionar, del sexto sentido, la intuición…

Tener estos tres centros alineados nos hace estar empoderadas.

ovular no solo sirve para ser madre ginevítex

ALQUIMIA CORPORAL Y GINEVÍTEX

¿Qué tiene que ver Ginevítex con la alquimia corporal?

Ginevítex es recuperación de cultura ancestral, tiene que ver con la reparación de la herida de la feminidad, tiene que ver con el equilibrio y con la sexualidad sagrada, la cual está añadida con la intención que ponemos en la esencia floral que elaboramos.

La Vítex trabaja la conexión entre útero y corazón.

Ginevítex no solo es para tomarla a diario, sino que podemos tenerla para momentos puntuales. 

La Vítex es una planta protectora, es una Planta Maestra. Ayuda al equilibrio y tiene tres arquetipos muy importantes: 

– La guerrera, que nos hace falta para poner límites y foco en lo que necesitamos. 

– La madre, que nos pone en nuestro sitio cuando viene la víctima. 

– La Afrodita, o sexualidad sagrada, que es muy valioso. 

Ya no es solo el tema ginecológico, sino que, como Planta Maestra, te sostiene y es ideal para tenerla para días puntuales.

En el minuto 39 del vídeo, Nur nos regala una sesión de conexión y danza alquimia. ¡Un regalazo y experiencia maravillosos!

Nur Alquimia Femenina

@nur.alquimiafemenina

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