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EL ÚTERO: FUENTE DE LA ALEGRÍA DE LA VIDA

ÍNDICE DEL CONTENIDO

El cuerpo de la mujer sigue siendo, para la medicina, un espacio por descubrir. Todavía son muchos los misterios que la ciencia va desvelando poco a poco. Vivimos tiempos fascinantes en los que los avances desmontan todo lo que habíamos creído verdad en las últimas décadas, gracias a enfoques como el de Juani Lafaja.

Juani Lafaja, ginecología integrativa para tratar nuestra salud

Todos estos descubrimientos tardan en llevarse a la práctica. La ginecología clásica todavía usa la píldora anticonceptiva, o lo que es lo mismo: la anulación de la ovulación como la cura de todos los síntomas relacionados con el ciclo menstrual y la sexualidad.

La ginecología integrativa, en cambio, está aunando las distintas dimensiones de la mujer para abordar problemas de salud. Conectar las evidencias científicas más recientes con la vida emocional, psicológica y orgánica de la mujer es el enfoque integrador y respetuoso con el que Juani Lafaja nos invita a tratar nuestra salud ginecológica.

Esta conferencia fue ofrecida por la Ginecóloga Integrativa Juani Lafaja Mazuecos, en las primeras Jornadas de Salud Femenina desde el Placer, organizadas por Ginevítex en 2019.

Te invitamos a verla en vídeo o leerla más abajo, y a empaparte de información útil y práctica para mejorar la calidad de vida de cualquier mujer.

Tanto la visión de Juani como la de Ginevitex, están alineadas. Creemos firmemente que las mujeres tenemos que hacernos responsables de nuestra salud y cuidados. El primer paso para esto es estar informadas y continuar conectadas a fuentes donde seguir aprendiendo.

La ginecología integrativa es algo que se oye desde hace muy poco tiempo, es decir, una ginecología que lo que intente abarcar sea la parte orgánica, la parte alopática, pero entendiendo otra visión del cuerpo femenino. Es difícil de ver, a mi me ha costado años.

Hace 5 años yo tuve una epifanía con un ginecólogo chileno que se dedicó a estudiar el cuerpo y el útero de la mujer de forma específica, y lo estudió durante 40 años. A día de hoy todavía lo sigue estudiando.

Entonces, este ginecólogo, el doctor Jorge Lolas, me dio la oportunidad de entender que el útero, además de ser un lugar sagrado, como muchas de vosotras diréis, o fuente de vida, o receptáculo para la maternidad, o un órgano sexual… realmente, es que el útero es la alegría de la vida.

El título de esta ponencia no es una casualidad, realmente al útero se le ha dado muy poca importancia, pero también os tengo que decir que desde la literatura médica esto está cambiando, y quiero daros una visión más amable de la medicina, porque sé cómo estáis muchas de vosotras y sé la visión que tenéis muchas mujeres de la ginecología (una ginecología poco respetuosa, que no entiende el proceso, que no da soluciones, etc…).

Esto es así, pero también os quiero decir que hay otros ginecólogos que estamos intentando dar otro enfoque terapéutico.

Primero, entender qué es lo que le pasa a la mujer cuando viene a contarte infinidad de síntomas al mismo tiempo, y por supuesto, muchos de estos síntomas no tienen que ver con el aparato genital. Muchas veces la mujer que viene con un problema ginecológico, cuenta que además tiene migraña, fuertes dolores pélvicos y que sufre de cambios de humor tan importantes que le impiden llevar una vida social, laboral y sentimental con normalidad.

O te cuentan que tienen una grave disfunción sexual que no le permiten disfrutar de esa sexualidad tan bonita, cuando descubres el cuerpo. El cuerpo hay que descubrirlo despacio, si tu vas estudiando el cuerpo, lo vas descubriendo poco a poco. Y poco a poco te va dando cosas que no te dio en los años anteriores, la sexualidad femenina está aún por estudiar.

Lo que quería deciros hoy, básicamente es, que entre todas intentemos ver la medicina o la ginecología como parte de la solución y no como parte del problema, porque realmente los médicos sí que intentamos ayudar a las personas que se ponen en nuestras manos, y cuando no ayudamos es porque no sabemos.

Claro que hay gente poco empática, y todas tenéis experiencias de esto, pero a veces es el gran desconocimiento de qué está pasando en ese cuerpo, por qué esta mujer me cuenta que tiene esta sintomatología. Y yo, como médico no puedo entenderla, nadie me ha explicado cómo relacionar un síntoma que tiene que ver con lo genital con un síntoma neurológico, o con un síntoma digestivo. Y todos en el mismo cuerpo, y todos experimentados en el mismo momento. Cuando los síntomas son muy intensos, se han llegado a dar casos de suicidio.

MUJER CÍCLICA

La biología de la mujer es diferente a la del hombre:

La mujer tiene un sistema inmunitario diferente al del hombre, es un sistema inmunitario cíclico, y eso lleva aparejado un sistema inflamatorio “rebelde”. Por ejemplo, la regla es un proceso inflamatorio, cuando decimos 7 días antes de la regla, “estoy hinchada”, realmente estamos pasando un proceso inflamatorio que se ha adelantado al momento de la menstruación.

La menstruación debería ser un proceso inflamatorio autolimitado, de hecho, la mujer que se encuentra bien en lo menstrual, te cuenta que le ha venido la regla y no se ha dado cuenta (no le ha dolido y no ha experimentado ningún cambio significativo).

Somos cíclicas, y tenemos cambios, pero no deberían ser cambios que afecten a nuestro día a día, lo malo son los cambios abruptos.

Los médicos tenemos que tratar con la enfermedad, y la enfermedad es la otra parte de la vida. Hay personas saludables y personas que tienen una enfermedad, y la enfermedad hay que entenderla y abordarla. A la persona que tiene una enfermedad hay que entenderla en todas sus dimensiones.

Yo voy a hablar más de la parte física, pero eso no quiere decir que no se tenga en cuenta la parte más trascendental del ser humano. Somos seres cada uno con sus propias creencias.

Ginevítex para el desequilibrio hormonal femenino

¿QUÉ ES NORMAL Y QUÉ NO LO ES EN EL CICLO MENSTRUAL?

¿Por dónde empezamos a explicarlo todo? Por la regla.

La regla es un proceso fisiológico que no debería doler. ¿Qué ocurre? Que nos han dicho que la regla duele, y que es normal.

Del 100% de las mujeres, un 70% van a tener síntomas atribuidos al ciclo menstrual, aunque la mayor parte serán síntomas leves. Un 35% van a tener síntomas relevantes, y entre un 1% y un 7% tendrán síntomas graves, que interrumpen la vida.

¿Cuántas mujeres hay en sus casas sin poder trabajar, sin poder tener relaciones sexuales, sin poder siquiera salir de casa por problemas derivados de la regla?

Son mujeres que a día de hoy están invisibilizadas y su calidad de vida es pésima. Y la sociedad tampoco las reconoce. Se salen de todas las estadísticas. Uno de los grandes problemas que tienen estas mujeres es la incomprensión.

Podemos hablar de que se está dando por fin visibilidad a enfermedades tan importantes como la endometriosis, una enfermedad que está en crecimiento por cómo está afectando el medioambiente a nuestro sistema endocrino.

El problema con los disruptores endocrinos es real, hay ya unidades de medicina medioambiental que están alertando sobre lo que está ocurriendo, y sobre todo, el cuerpo de la mujer es mucho más sensible a toda esa toxicidad.

Las mujeres tenemos un metabolismo totalmente diferente al del hombre. Almacenamos más nuestra grasa, y toda esa toxicidad que llega a través del alimento, del agua, de las cremas, de los esmaltes, de los tintes… tienen muy poca capacidad, en algunas personas, para ser expulsados.

Entonces muchas mujeres lo tienen más fácil para tener enfermedades ginecológicas, porque además, el órgano genital es especialmente sensible a los tóxicos, por eso ahora hay tanta enfermedad ginecológica.

Hay quien dice, “a mi la regla me dura 10 días al mes”. Pues ya vamos mal. Una regla no dura 10 días. Lo que ocurre es que tenemos que partir de la normalidad para ver si tenemos un problema o no lo tenemos.

¿Y la normalidad cuál es? Mujer ideal: mujer con unos ciclos más o menos de 28 días, una regla que no va más allá de 5, 6 o 7 días como mucho, sin coágulos, de un color rojo bonito, no un color negruzco, o granate, o color chocolate. No debe ser excesiva ni tampoco escasa.

La regla no duele en condiciones normales.

Imagínate que al igual que mantenemos el cuidado bucodental, mantuviéramos ese mismo cuidado con nuestras grandes mucosas, que son la mucosa vaginal, la mucosa cervical y la mucosa endometrial.

Una simple exploración genital es la prueba diagnóstica que más información da junto con la historia clínica.

EL MICROBIOMA

Hemos visto que las bacterias son fundamentales en la existencia de todo ser vivo. Sabemos que tenemos un tejido extra que son las bacterias que nos habitan.

No se puede decir que sean bacterias extrañas a nosotras, sino más bien, que forman parte de nosotras. Y recubren todas las cavidades. Se han encontrado bacterias en el cerebro, y, por supuesto, tenemos bacterias recubriendo todo nuestro tacto vaginal: los famosos lactobacilos.

Cuando estudiamos un poco cuál es el microbioma (la composición de bacterias que están distribuidas por nuestra vagina), vemos que realmente muchas de nosotras tenemos una alteración de esas bacterias, y no hay un equilibrio de éstas. Y cuando no hay un equilibrio y proliferan bacterias que no son las saludables (las que producen el ph ácido normal de la vagina), y crecen otras especies que producen otro nivel de ph que producen procesos inflamatorios, nuestro aparato genital se inflama, y se inflama a nivel de la vulva, de la vagina, del cuello, e incluso dentro del útero.

Dentro del endometrio viven bacterias de forma natural, pero esas bacterias también pueden sufrir modificaciones, es decir, dentro del endometrio se pueden colar bacterias malas, que producen un proceso inflamatorio que se llama endometritis.

Esto es más importante para la mujer de lo que se estaba pensando.

La parte más importante del útero es su cuello, que es la entrada, es un centro inmunitario. De hecho, los mayores problemas que tienen las mujeres es cuando se inflama.

LAS ENFERMEDADES GINECOLÓGICAS

Las enfermedades ginecológicas pueden tener cosas en común:

– El microbioma genital: cuando leas artículos e información sobre los problemas ginecológicos, tienes que estar pendiente de palabras como ésta: el microbioma  (que son mis bacterias, las que viven conmigo y pueblan mi vagina, mi cuello y mi endometrio).

– Inflamación: la inflamación no es algo que yo perciba, que solo yo me note hinchada. La inflamación es real. Hay marcadores inflamatorios en la sangre que nos podrían dar información sobre cómo de inflamada está esta pobre mujer que dice que tiene tantos problemas ginecológicos. Lo que pasa que no son estudios que se hagan de rutina.

Porque a veces estamos fatal, tenemos una muy mala vivencia de nuestra menstruación y nuestro ciclo hormonal. Vamos al médico confiadas de que nos van a encontrar algo, que nos van a hacer una analítica y nos van a encontrar algo, y resulta que nos hacen la analítica y nos dicen que está todo bien.

“Oiga, pero si yo me encuentro fatal. Ya, pero es que tiene la analítica bien”.

Pues habrá que pensar que a lo mejor la analítica no pone de relieve el problema que te está contando esta paciente, pues la analítica no es sensible al problema que la paciente te está relatando.

– Desequilibrio hormonal: si tienes un problema ginecológico, casi seguro que vas a tener un disbalance hormonal.

La Vítex es una planta mediterránea que verdaderamente es muy útil para regular aquello que está alterado, y ayudar a encontrar un equilibrio para que la mujer esté mejor y tenga más calidad de vida.

– Fallo inmunitario: lo que he dicho anteriormente. Las chicas tenemos un problema inmunitario. Pero no es que tengamos un problema, sino que nuestra inmunidad es diferente.

La mayor tasa de enfermedades inmunitarias las tenemos las mujeres, mucho más que los hombres. ¿Y por qué nuestro sistema inmunitario es diferente? ¿Por qué es más permisivo? ¿Por qué cojo yo más infecciones? ¿Por qué resulta que cojo más enfermedades de tipo inmunológico?

Pues porque nos podemos embarazar. Cuando tú te embarazas resulta que la mitad de esa criaturita es tuya y la otra mitad es de otra persona que no tiene nada que ver contigo. Y eso es un injerto. Es bueno que tu sistema inmunitario sea permisivo, si no, diría, esto no es mío, fuera.

– Neurotransmisores: cuando hay procesos infecciosos inflamatorios y alteraciones hormonales, se nos alteran los neurotransmisores también, fallando la serotonina, y es cuando empezamos con problemas de tristeza.

GINECOLOGÍA INTEGRATIVA

Cuando una mujer viene con problemas ginecológicos, tiene que cambiar muchas cosas. La ginecología integrativa necesita pacientes integrativos.

Lo decíamos antes. Lo más fácil: “¿qué le pasa a usted? Me duele la regla. Tome anticonceptivos y vuelva dentro de tres meses o venga dentro de un año”.

No sé. A ver, para eso hay que discurrir mucho, ¿y la paciente simplemente se tiene que tomar la pastilla y ver si le sienta bien o no?

La misma pregunta en una paciente integrativa: “mira, me duele la regla. Antes no me dolía y me empezó a doler”.

Le hago preguntas y empiezo a ver síntomas asociados.

“Vale, pues vamos a hacer cosas, hay que hacer cambios. Hay que cambiar la dieta, hay que quitarse esto, hay que a lo mejor tomarse eso y asegurarte…”.

Por ejemplo, para curar la dismenorrea, porque la dismenorrea sí tiene tratamiento, ¿de acuerdo? Es decir, podemos intentar curar ese dolor de regla, porque en realidad el dolor de regla se genera en el órgano. Hay que ver cuál es la causa de ese dolor de regla.

En la medida que se pueda curar el órgano, la dismenorrea desaparecerá o mejorará mucho.

El tratamiento con anticonceptivos

Con el anticonceptivo lo que hacemos es anular la ovulación. ¿Y por qué tenemos que inhibir la ovulación sistemáticamente para cada proceso o problema ginecológico que tenemos?

Esa es la gran crítica que hago desde aquí a la ginecología clásica.

Inventaron los anticonceptivos hace más de 55 años. Se popularizaron en los años 60 y 70, y algo que fue diseñado como método anticonceptivo, resulta que ahora es lo que lo cura todo, y esto es lo que no puede ser aceptado. Esta es la crítica.

Hay una alta prevalencia de crisis crónica en mujeres con endometriosis. Y estamos empezando a estudiar ahora que puede ser que estas mujeres con endometriosis tienen una infección, y claro, la endometriosis hasta ahora se está tratando con anticonceptivos.

Si en realidad lo que tiene es una infección, ¿qué sentido tiene quitarle la ovulación a una mujer, cuando lo que tiene es una infección y un proceso inflamatorio?

Esta es la reflexión que quiero que hagáis como usuarios o profesionales de la salud, que tú tienes que hacer un tratamiento lo más parecido al problema que tengas. Y si el problema es un problema infeccioso e inflamatorio, no puedes dar una cosa que no tiene nada que ver.

Hay vida más allá del ovario

Hasta ahora, todo era el ovario. Los ovarios siempre han sido tratados como lo más importante, porque fabrican nuestras hormonas sexuales. Y por supuesto que son importantes.

Pero se le había desprovisto totalmente de importancia al útero. Y verdaderamente, ahora estamos estudiando la importancia del útero.

Muchas mujeres dicen que el útero es sagrado, basado en tradiciones antiguas o en su propio sentir, en su propia necesidad de sentirse bien con su útero y con su feminidad.

Y si lo trasladamos a la ciencia, a la gente que le gusta investigar y tiene medios, dicen que el útero no es ninguna chorrada, que el útero sirve, y que si el útero te sirve, no te lo tienes que quitar si no hay necesidad.

Pero estamos hablando siempre desde una ginecología integrativa. A veces merece más la pena quitar el útero que dejarlo. Eso te lo van a decir muchas mujeres que han sufrido un útero enfermo en sus carnes.

LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS

¿Qué podemos hacer contra los disruptores endocrinos?

La verdad es que el mundo está plastificado. Hasta que las autoridades sanitarias y las autoridades políticas empiecen a tomar medidas sobre algo tan grave como es la plastificación del mundo y los pesticidas, como usuarias tendremos que tomar también nosotras la responsabilidad de cuidar nuestra propia salud.

Y eso significa ir eliminando el plástico de nuestras vidas. Por ejemplo, mirad a ver qué cremitas os ponéis en la cara, cuerpo, etc. ¿De qué están hechas esas cremas? Y por supuesto, ¿qué coméis? ¿De dónde procede la carne? ¿De dónde procede el pescado? ¿Con qué han fumigado las plantas que nos comemos?

Todo esto es una realidad, por desgracia. Se está reduciendo la tasa de fertilidad y no solo afecta a las mujeres. Los espermatozoides están en vías de extinción por culpa de los disruptores endocrinos.

Pero no solamente esto, no se está hablando de la sexualidad femenina. En sexualidad masculina hay mucha más investigación. ¿Sabéis que hay problemas de erección y de deseo por culpa de estos disruptores endocrinos? ¿Y por qué pasa? Pues porque resulta que esas sustancias que son disruptores endocrinos en nuestro cuerpo, acaban convirtiéndose en estrógenos.

Entonces el mundo, aparte de estar plastificado, se está feminizando, pero no en el buen sentido.

¿Cómo disminuir la presencia de disruptores endocrinos?

Estos son consejos prácticos para el día a día:

  • Reducir al máximo el uso de plásticos. 
  • Simplificar los productos de cuidado personal y de limpieza del hogar. ¿Cuántos productos de limpieza del hogar tenemos con aromas y fragancias…? Usa productos sin fragancias, incluidas colonia y perfumes. Nos estamos intoxicando con los perfumes. Da igual que sea Chanel, es igual de malo.
  • Evitar la comida procesada, evitar el consumo de productos animales alimentados con piensos.
  • Evitar las fuentes de mercurio. Los pescados, los grandes intoxicados de mercurio. La gran intoxicación de mercurio nos viene a través del pescado. Y las amalgamas con las que han hecho empastes en las muelas de muchas personas, están hechas de mercurio y plata, y producen toxicidad, ya que van liberando poquito a poco el mercurio. Por suerte, este tipo de amalgamas ya están prohibidas.

Ginevítex para el desequilibrio hormonal femenino

SEXUALIDAD FEMENINA

La verdad es que sabemos poco de la sexualidad de la mujer, pero cada vez sabemos un poquito más.

El clítoris, que ha sido siempre el órgano sexual por excelencia, pues verdaderamente hoy sabemos que el disfrute sexual de la mujer puede estar también en otros centros erógenos, y eso lo saben las mujeres que han tenido un orgasmo cuando se les ha estimulado el pezón, o lo saben las mujeres que han tenido una eyaculación femenina, o lo saben las mujeres que han tenido un orgasmo cervical cuando ha habido una penetración profunda y ese cuello ha sido estimulado adecuadamente.

La red neuronal se está estudiando más, y ya se sabe que el clítoris no es el único órgano que puede producir placer en la mujer.

¿Hay otros centros erógenos fuera del aparato genital? Por supuesto, lo único que hay que hacer es tomarse un poco de tiempo y no solo ir al grano.

Si queréis experimentar, leer y avanzar un poco más en el conocimiento de vuestra sexualidad, os recuerdo que se reconocen cuatro centros sexuales primarios en la mujer, que son el clítoris, la vagina, el cuello del útero y los pezones.

Quizá con estos órganos son con los que más fácil accedemos al clímax, al orgasmo, y son centros a explorar. No puedes llegar al clímax si no los estimulas.

¿Pero la sexualidad para todas las mujeres es igual? Habrá mujeres que no disfrutan de su sexualidad porque realmente no se han atrevido a explorar, no se han atrevido a tocar y no se han atrevido a que las toquen y a pasárselo bien.

Pero luego hay otras mujeres que no disfrutan su sexualidad porque tienen un problema en su aparato sexual. Entonces, esos problemas a veces tienen solución, y hay que diagnosticarlo e intentar tratarlo.

Mujeres que consiguen tratar problemas de la pelvis, luego te cuentan que una de las cosas que ha mejorado es sus relaciones sexuales, que han podido experimentar el orgasmo, que los orgasmos mejor o que ya no hay dolor, que hay más disfrute.

A veces el aparato genital está tan inflamado que es imposible disfrutar en él. Lo tocas, te duele, así que tienes que bajar la inflamación a ese aparato genital para que disfrute.

Tengo una amiga médico que es de las pocas personas que tiene un gran interés por la sexualidad femenina. Ella habla sobre la invisibilidad de la disfunción sexual femenina: el dolor genital, el dolor coital y el dolor sexual están totalmente invisibilizados. Nadie que se atreva a ir al médico diciendo,“hola, tengo dolor por el coito”, va a ser atendida. Es real esto.

No se atiende el dolor coital, y es otro dolor más.

¿CÓMO SE HA TRATADO EL DOLOR? ¿CÓMO SE HAN TRATADO LOS PROBLEMAS MENSTRUALES Y SEXUALES HASTA AHORA?

Se ha medicalizado.

Yo en este sentido diría, “mira, desde luego si alguien quiere encontrar la pastilla mágica, esa que me lo cura todo, pues va a invertir mucho dinero, mucho tiempo y no va a obtener resultados”.

Andan buscando todavía la pastilla que le dé deseo a la mujer. Pero vamos a ver, ¿en qué cabeza puede estar una pastilla que nos devuelva el deseo a la mujer?

No existe la pastilla, pueden andarse mil años buscando la pastilla, no la van a encontrar.

El deseo surge de mil maneras con la persona que tengo delante, si me gusta o si me quiero, si me saben tocar, si me tocan bien, si me toco bien. El deseo no es una pastilla, eso es imposible.

Bueno, los problemas sexuales no se abordan. Dejémoslo ahí. No hay cobertura sanitaria para los problemas sexuales. No se intenta, ni siquiera, ni se aborda, ni se trata.

Pero todos los demás problemas ginecológicos los hemos intentado tratar a base de anticonceptivo.

Esto sí, hay muchísimos anticonceptivos: la píldora, el anillo, el implante, el DIU en todas sus modalidades. Una inyección para tener seis meses de amenorrea.

Y luego para otros síntomas nos dan Ibuprofeno, Prozac y todos los ansiolíticos y antidepresivos.

Esta es la fórmula mágica que nos dan y además lo que está publicado que vale, si a alguna mujer esto le vale, pues adelante. Pero cuando una mujer ya ha probado esto, todo y varias veces, y no le funciona, aún siguen diciéndole que se tiene que aguantar. No, vamos a ver, vamos a estudiar bien el caso de lo que está pasando con esta señora.

Por cierto, no soy anti anticonceptivos. Si a mi me viene una paciente sana que lo que quiere es disfrutar de la sexualidad sin condón y yo la veo normal, sana, sin factores de riesgo, pues le voy a dar un anticonceptivo y le voy a explicar que en el momento que note que tenga efectos adversos, que me los notifique, y además le explicaré cuáles son.

Es decir, si una mujer yo le doy un anticonceptivo y cuatro meses después me dice mira, el anticonceptivo me sienta bien, yo no me noto nada. Ahora sí, no tengo ningún deseo.

A ver, hay mujeres a las que les receto los anticonceptivos, pero les advierto que si presentan efectos adversos me lo tienen que consultar, porque a lo mejor una mujer no tolera los anticonceptivos, y no tiene por estar resignada diez años, como me contó una paciente que vino después de diez años tomando anticonceptivos, a la que se los quité yo por otro motivo, y al año siguiente me dijo, “si me llego a enterar yo que he pasado diez años de mi vida sin deseo por culpa de los anticonceptivos… es que nadie me había dicho que era por culpa de los anticonceptivos, y ahora me los quito y resulta que tengo deseo y me he perdido diez años de mi vida y nadie me ha explicado que los anticonceptivos pueden reducir el deseo, la libido sexual”.

Y exactamente, lo que no podemos como médicos es negar que a una mujer un anticonceptivo le quita el deseo. No le puedes negar lo que te está contando. Si le quita el deseo, le quita el deseo.

Las propuestas desde la Medicina Integrativa es hacer que la paciente asuma su rol de cuidadora de su propia salud.

Claro, si le dices, “mira, como tú tienes un problema ginecológico, tienes un problema hormonal, que no es un problema de diseño inflamatorio. Y parte de esto depende de lo que comes, porque con tu dieta estás modificando tus bacterias, estás modificando tu inflamación. Lo primero que tienes que hacer es cambiar tu dieta”. Y te responde, “no, es que yo no puedo renunciar a la tostada, no es que yo siempre los fines de semana tengo que irme a comer, a desayunar con mis amigos y comemos de todo…”. Pues tienes que elegir.

Por supuesto, también hay que hacer ejercicio físico. Por supuesto, hay que hacer cambios dietéticos y a veces hay que hacer tratamientos médicos de desintoxicación hepática y fijarnos en las vías metabólicas que están un poco atascadas.

El aparato genital y el hígado son amigos. Si el hígado va bien y detoxificamos bien las hormonas, nos encontramos mucho mejor.

También te sentirás mejor al corregir el microbioma intestinal. ¿Sabéis que hay un eje intestino – cerebro?

Dentro de un tiempo seguro leeremos que hay un eje útero – cerebro.

El intestino, el rey de la patología

El primer cerebro es el intestino. No hay mujer con problemas ginecológicos que no tenga problemas intestinales. Es el rey de la patología. El rey donde todo empieza es el intestino.

Es imprescindible los cambios en la nutrición para asegurar nuestro bienestar. Para eso estamos los médicos, que nos gusta también un poco meternos en problemas. Pero evidentemente los que se dedican a estudiar la repercusión que tiene la nutrición en lo que comemos en nuestros cuerpos, son los especialistas en nutrición, que están haciendo grandes avances y grandes aportaciones.

¿Y si hay infección?

Si tenemos bichos, ¿qué hacemos? ¿Nos los cargamos? Pues a algunos hay que bajarle los humos un poquito.

Yo ahora voy a empezar una unidad con una ozonoterapia, porque creo que puede ser una gran solución para los procesos inflamatorios infecciosos de la mujer. Ya tenemos las primeras demostraciones de que funciona muy bien.

A veces habrá que usar antibióticos y a veces se pueden usar antibióticos naturales. En la farmacopea de los problemas ginecológicos siempre tenemos que tener antibióticos naturales. La estrella es el ajo.

Voy a contar una cosa sobre el ajo, en Egipto se dice que una manera de saber si la mujer es fértil es meterle un ajo en la vagina. Si le huele el aliento, es que es fértil. Si no le huele, no te cases con ella, porque no va a tener este tipo de proceso.

Esto puede tener sentido, porque las mucosas son una y están todas comunicadas.Si una mujer tiene una buena mucosa vaginal, va a absorber bien los aceites volátiles del ajo y enseguida van a salir por otra mucosa.

Antiinflamatorios naturales

Seguro te suena la cúrcuma, el harpagofito, la matricaria, los omegas…

Mujeres que con simplemente tomarse un omega seis u omega tres (aceite de onagra o el  aceite de pescado), no tienen ya más irregularidad menstrual porque necesitaban antiinflamatorios. No hay que tomarse siempre un ibuprofeno, una no puede estar tomando ibuprofeno todos los días, pero sí que se puede tomar un aceite de onagra a diario.

Corregir las carencias

Cuántas mujeres no están arrastradas por tener una ferropenia, porque no han observado bien que sus reglas son en exceso y al final acarrean una falta de hierro, una auténtica anemia y van por la vida con anemias de nueve de hemoglobina. Te preguntas cómo están de pie, porque llevan así tres años y no se habían enterado.

Hay que corregir. El sistema inmune tiene varios pilares. Uno es la vitamina D, la solar. No somos nadie sin el sol. La vitamina D es fundamental. Si no está, hay que suplementar. El hierro también es importante. Y para los síndromes ginecológicos, resumiendo mucho, la vitamina B6 y el magnesio también son importantes.

Los reguladores endocrinos

Todos los problemas ginecológicos, sean del origen que sean, van a repercutir en el clima hormonal.

Luego llegan los reguladores hormonales y notamos que llega la paz.

Estoy mal, pero se ha conseguido subir la progesterona, bajar la prolactina y los estrógenos ya no están por ahí arriba. Pues resulta que yo me encuentro mejor.

Pues ahí tenemos las plantas de las cuencas de todos los países, siempre hay alguna planta medicinal, como os he dicho antes, para todos los aspectos femeninos, y aquí tenemos la Vitex agnus castus con la que se prepara Ginevítex®.

Emociones y salud femenina

Cuando ya no se te ocurre qué hacer con una paciente, le preguntas ¿qué te pasa? Y te dice, “es que con mi marido tengo una crisis y no la solucionamos”.

Y es que lo primero de todo, para tener salud, es deshacerse y resolver los conflictos personales. Y esta es la salsa de la vida.

Si tienes estrés crónico de un trabajo que no te gusta, un marido al que no quieres, un problema familiar que no consigues resolver… pues ahí estás, perpetuando la enfermedad, porque el sistema inmune se deprime.

Hay pacientes que no se curan hasta que no resuelven su conflicto personal. Pero ¿era el conflicto el que causó la enfermedad? Era el mantenedor de la enfermedad, que era lo que no dejaba resolver. Luego, además, tenía una infección y otras cosas…

La idea es que tenemos que intentar conectar. Esto es un círculo. Esto no es solo orgánico, o sólo psicológico, o solo espiritual. No, resulta que tienes que meterte en el círculo, darle la vuelta, y al final tienes que resolverlo todo: lo emocional, lo espiritual, lo personal y lo orgánico.

5 comentarios en «EL ÚTERO: FUENTE DE LA ALEGRÍA DE LA VIDA»

  1. Hola. Quisiera pedir información
    A mi hija le diagnosticaron endometriosis,lleva un año tomando anticonceptivos,hace unos dias en el herbolario que yo compro habitualmente me hablaron de Ginevitex,pero al parecer sin incompatibles con los anticonceptivos.
    Mi hija se encuentra en estos momentos confinada en Canarias,ella tiene mucho miedo dejarlas ,y tener una hemorragia
    Por eso recurro a vd. Para que nos informe un poco al respecto,si es contraproducente o como podría hacerlo.
    Muchísimas gracias

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    • Hola Asunción, las consultas personalizadas, puedes remitirlas directamente a Ana en el mail ana@ginevitex.com , o con el formulario de consultas que hay en nuestra web, cuando entras, lo verás enseguida. Cualquier cosa, aquí estamos!!
      que tengas muy buen día, espero haberte ayudado.

      Responder

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